sábado, 25 de mayo de 2013

Hoy en Lugares Increibles: Sitios naturales de España donde suceden cosas curiosas

Un lago subterráneo; un paisaje volcánico donde al arrojar agua en una grieta, se forma en minutos un pequeño géiser. Un sitio idílico donde observar un mar de nubes, un paseo entre cascadas y cuevas, un bosque envuelto en la niebla, un río turquesa, o un paisaje que parece estar en Marte. Son algunos de nuestros elegidos para la lista de sitios naturales donde además de belleza, suceden cosas curiosas, todos en España:

1. Un enorme lago subterráneo (en Cuevas del Drach)

En la costa este de Mallorca, las Cuevas del Drach son una de las maravillas naturales de la isla, en realidad, cuatro cuevas que se extienden por unos 2,4 kilómetros y 25 metros de profundidad. En una de las cuevas, se encuentra un enorme lago subterráneo (Llac Martel) de 115 metros de longitud.



 

 

 

 

2. Un paisaje volcánico que devuelve el agua en forma de géisers

El paisaje del Parque Nacional Timanfaya es un campo de más de 300 volcanes, algunos tan “recientes” como para dejar una huella de lava petrificada, desiertos de cenizas volcánicas, grietas, cráteres y curiosidades como un suelo que a pocos centímetros de profundidad tiene la temperatura demasiado elevada. Y tan elevada como para que al  arrojar un cubo de agua en alguna grieta, la tierra nos devuelve al instante un improvisado geiser, un rápido experimento que los guías suelen realizar ante los visitantes:



3. Un mirador para un mar de nubes

En Roque Nublo, se puede apreciar uno de los mejor atardeceres de España. Roque Nublo es un promontorio rocoso a unos 1.500 metros snm en la isla de Gran Canaria donde al atardecer, especialmente en primavera y verano, los vientos alisios contribuyen a formar un mar de nubes, una oportunidad única de ver un manto de nubes desde arriba, impregnadas del color naranja de la luz solar




4. Un paseo entre cuevas y cascadas (Monasterio de piedra)

En torno al histórico Monasterio de Piedra en la Comunidad de Calatayud, Zaragoza, existe un paseo con numerosas cascadas (una de ellas de más de 50 metros de caída) en torno a un sendero que invita a recorrer un camino lleno de sorpresas. Entre ellas, las formaciones de caliza erosionadas por el agua de un río que atraviesa numerosos saltos, además de grutas y cuevas:



 

 

5. Una pared vertical de roca de 550 metros (Pico Urrielu)

Un imponente promontorio rocoso, elevado como un rascacielos. Una torre natural de 2.519 metros de altura, con paredes de hasta 550 metros verticales. El Pico Urriellu, o también Naranjo de Bulnes, es uno de los más vistosos del Macizo Central de los Picos de Europa, en Asturias



6. Un paisaje envuelto en la niebla (Garajonay, La Gomera)

Parece un sitio mágico, un bosque húmedo envuelto en nieblas eternas. El Parque Garajonay es una reserva de bosque de laurisilva que recuerda el tipo de bosque que cubría casi toda Europa en el Terciario. Además está habitado por numerosas especies conviviendo en un ecosistema casi sin variaciones climáticas en todo el año.










7. Un costa con pilares basáticos, en La Gomera

Al norte de la isla de La Gomera, la erosión del mar ha dejado al descubierto un paisaje que se conoce como Los Órganos, antiguos restos de lava volcánica solidificada como pilares o columnas basálticas debido a su lento enfriamiento.









8. El único desierto en la península ibérica (Tabernas)

Se llama desierto de Tabernas, en la provincia de Almería. Es un parque protegido y el único desierto considerado como tal en toda la península ibérica. Aunque las lluvias pueden suceder, el suelo de arenisca no retiene la humedad, por lo que es erosionado como un paisaje de badlands.









9. Un río turquesa en Navarra (España)

Lo reseñamos recientemente, como un río de corto recorrido y gran belleza. Se llama Urederra y significa agua hermosa. Nace en el Parque Natural Urbasa Andía dentro de Navarra, y recorre pocos kilómetros hasta desembocar en un afluente del Ebro











10. Un valle que parece Marte (Valle de Ucanca)

Al pie del Teide, hay un valle que tiene un aspecto que tal vez pensaríamos extraterrestre (o de Marte). Ésto, por su aspecto despojado de vida, su colorido rojizo, sus formaciones y rocas erosionadas. Se llama Valle de Ucanca, otra sorpresa en el Parque Nacional del Teide.




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