El parque Nacional de Cabañeros:
El Parque Nacional de Cabañeros es uno de los 14 parques nacionales que existen en España, así como una Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA) y un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC).
Se encuentra situado en una gran finca de las provincias de Ciudad Real y Toledo, con una extensión de unas quince mil hectáreas (150 km2). El término "Cabañeros" aparece escrito al menos desde el siglo XVI. Esta gran finca se hizo famosa a partir de 1983, cuando se supo que se iba a destinar a Campo de Tiro del Ejército del Aire (Campo de entrenamiento). Tras una lucha de cinco años en la que participaron colectivos ecologistas, colectivos pacifistas, vecinos y grupos políticos, por fin en 1988 el gobierno dio un primer paso declarando este territorio Parque Natural. Más adelante se produjo una nueva declaración, la de Parque Nacional, a la vez que se ampliaban sus límites a otras fincas, como por ejemplo, Los Navalucillos en el año 2005. La finca Cabañeros era propiedad de la familia de navieros Aznar.
Al iniciarse la polémica ante la probable decisión de declarar la zona de Cabañeros como futuro campo de tiro, ya surgieron diferentes grupos de eco-pacifistas que crearon los "Comités de Defensa de Cabañeros" en diferentes pueblos y ciudades castellano-manchegas. Posteriormente estos comités se unieron en uno, el "Comité en defensa de Cabañeros". Con el tiempo se empezaría a hablar del Grupo Ecologista Cabañeros o de la Asociación Cabañeros. Actualmente este grupo sigue existiendo, integrado en Ecologistas en Acción. Cabañeros es también el nombre de una mancomunidad que se creó en 1996 en los municipios cercanos al Parque Nacional.
Se encuentra enclavado a caballo entre el noroeste de la provincia de Ciudad Real y el suroeste de la de Toledo. En plena Comarca de los Montes de Toledo, se enmarca entre las sierras de Rocigalgo y el Chorrito, al norte, y la sierra de Miraflores al sur. Dos afluentes del río Guadiana, el Bullaque y el Estena, son los principales ríos incluidos en el Parque Nacional de Cabañeros.
El Parque Nacional de Cabañeros está circunscrito por quince pueblos que conforman su área de influencia socioeconómica, pertenecientes a las provincias de Ciudad Real y Toledo, dichos pueblos son de Ciudad Real:Alcoba de los Montes, Fontanarejo, Horcajo de los Montes, Navas de Estena, Retuerta del Bullaque, Navalpino, Arroba de los Montes, Puebla de Don Rodrigo, Anchuras, Luciana, El Robledo, Santa quiteria y pueblonuevo del Bullaque y de Toledo: Los Navalucillos junto a sus tres pedanías (Valdeazores, Los Alares y Robledo del Buey) y Hontanar.
Los pueblos del Entorno del Parque Nacional han tenido secularmente un modo de vida ligado a tradiciones como el pastoreo, el carboneo o la apicultura; ya que se dieron muchas restricciones de uso desde el siglo XII hasta el siglo XVIII al pertenecer los Montes de Toledo a la propia ciudad de Toledo que dictaba los usos permitidos en la zona según su interés.
Curiosamente, en sus antípodas exactas se encuentra el Parque Nacional de Tongariro, en Nueva Zelanda.
Dentro de la fauna de Cabañeros cabe señalar algunas especies en peligro de extinción o vulnerables como la cabra montés (Capra pyrenaica), el águila imperial ibérica (Aquila adalberti) o el buitre negro (Aegypius monachus) —cuya colonia alcanzó en 2010 la cifra de 170 parejas nidificantes—. Hace años se encontraron rastros del lince ibérico (Lynx pardinus), por ello se están realizando proyectos de mejora de hábitat para esta especie.
Entre los turistas que se acercan al Parque Nacional tienen mucha aceptación los ciervos (Cervus elaphus) que pueblan las zonas llanas de la raña que, junto con los árboles dispersos, han dado a este parque el sobrenombre de "Serengeti español".
Hay que recordar a todos los que visiten Cabañeros que este es un parque eminentemente botánico con especies de flora amenazadas o relictas como el abedul (Betula pendula ludebatula ssp. fontqueri) o el tejo (Taxus baccata). A pesar de encontrar algunas especies vegetales "especiales", es más el interés botánico de este parque por los múltiples nichos ecológicos presentes que permiten la vida a multitud de plantas con requerimientos de lo más variado: turberas, rocas, cursos de agua... Las formaciones de melojo Quercus pyrenaica del Parque Nacional de Cabañeros se presentan en dos situaciones topográficamente distintas. Por un lado se instalan en fondos de valles, donde son favorecidas por la profundidad del suelo y la humedad edáfica, y por el otro ocupan las umbrías de las sierras aprovechando la humedad atmosférica. En la primera de estas situaciones, los melojos aparecen más o menos mezclados con encinas, quejigos, fresnos, junto a majuelos y endrinos en el estrato arbustivo. Estos melojares se encuentran generalmente adehesados, por lo cual existe un escaso desarrollo del estrato arbustivo en favor de las especies herbáceas. Entre éstas destacan: Paeonia officinalis subsp. microcarpa, Paeonia broteri, Viola riviniana, Trifolium trukeante, Brachypodium sylvaticum, Festuca paniculata, Cynosurus cristatus y Vicia villosa.
La siguiente localización que presenta el melojo en Cabañeros se corresponde con las umbrías medias y altas de la sierra. En algunas parece constituir formaciones casi puras, mientras que en otras forma bosques mixtos con árboles como el alcornoque, arce de Montpellier, mostajo, madroño, durillo y encina. En estas exposiciones el desarrollo herbáceo es prácticamente nulo, mientras que los arbustos se ven favorecidos. Los más frecuentes son : Erica scoparia, Erica australis, Cistus populifolius, Phillyrea angustifolia, Lonicera periclymenum subsp. hispanica.
La historia del Parque Nacional de Cabañeros está ligada a la historia de la comarca en la que se enclava: los Montes de Toledo.
Desde el siglo XIII al XIX los terrenos actuales del Parque pertenecieron a la ciudad de Toledo. Las imposiciones de la ciudad sobre los usos de la zona y el uso de los habitantes del entorno, permitieron conservar una naturaleza prácticamente virgen hasta bien entrado el siglo XVIII. Ya en el siglo XIX, durante 25 años (1860-1885) Cabañeros estuvo en manos de los acreedores de la ciudad de Toledo, constituidos en Administración Usufructuaria para que mediante su aprovechamiento ganadero y forestal se cobraran las deudas de la ciudad. En este siglo, con las desamortizaciones y las subastas de muchas tierras en grandes lotes de terreno, Cabañeros paso a formar parte del patrimonio agrícola del duque de Medinaceli, quien a su vez era duque de Ciudad Real. Por vía matrimonial recayo en el siglo XX en el conde de Gavia. La hija de este último vendió antes de morir 40.000 hectáreas a la familia de navieros Aznar y al marqués de Villabragima.
El aislamiento de la zona, aún hoy significativo, junto al tamaño del coto en las manos de un sólo propietario fueron los factores que más intervinieron en la conservación de este espacio natural. Debido a este aislamiento y despoblamiento, se intentó realizar un campo de tiro al que se opusieron los vecinos y colectivos de la zona. En 1988 se declaró Parque Natural de Cabañeros por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha aunque a los diez días se publicó el Real Decreto que declaraba el vecino municipio de Anchuras como Zona de Interés para la Defensa. En 1995 le llegó la declaración del espacio como Parque Nacional de Cabañeros.
Fuente de Wikipedia
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