Desde un punto de vista psicológico, cualquier experto diagnosticaría esta situación como “depresión”. Pero desde un punto de vista más allá, la persona podría estar siendo víctima de ataques psíquicos. Sí, alguien o “algo” puede estar manipulando las energías y las fuerzas sobrenaturales con la simple intención de hacer daño, que en algunos casos son irreparables para el propio ser. ¿Eres tú una víctima de ataques psíquicos?
Los ataques psíquicos se definen como la manipulación de las energías y fuerzas sobrenaturales. Estos ataques psíquicos ocurren cuando ciertas vibraciones energéticas oscuras y negativas son enviadas por un individuo o “ser dimensional” a su víctima, para crear disturbios en su cuerpo energético y físico. Esta energía negativa puede ser enviada por un espíritu, una entidad, una forma de pensamiento o energía negativa oscura.
En principio, el ataque psíquico es enviado con la intención consciente para infligir daño a propia víctima o a su familia. Estas energías negativas se pueden proyectar en forma de pensamiento, basada principalmente en los celos hacia la persona por alguien conocido, como amigos o familiares, aunque en algunos casos puede ser una persona que la víctima no conoce. El ataque psíquico es una de las manipulaciones energéticas mas peligrosas, en comparación con el “Mal de Ojo”, que sus efectos son muchos más débiles.
La persona que envía los pensamientos está motivada por los celos, la envidia o la ira. El ataque consciente es cuando alguien desea hacer deliberadamente un daño a su víctima sin necesidad de magia negra, brujería y hechizos, aunque si se complementa con algún tipo de ritual el ataque psíquico podría a llegar a ser destructivo e irreparable.
A parte de un ataque psíquico por parte de una persona, hay espíritus oscuros y entidades que tienen la capacidad de moverse por los cuerpos físicos y auras afectando así a lo que la gente piensa, habla, hace, desea, o siente. El ser humano que esté invadido por estos espíritus o entidades pueden perder el control de ellos mismos, ya que estas “entidades” asumirán todos los atributos físicos, enfermedades y el comportamiento de la persona en tal grado que parecerá haber cambiado por completo de personalidad.
Sin duda, nosotros podemos sucumbir a las energías oscuras. Estados prolongados de ira, rabia, resentimiento, amargura, venganza, y otros tipos de miedos, atraen estas energías negativas. Es normal que una persona se enfade o “pierda los papeles” en algún momento de sus vidas, ya que estos hechos no atraen el lado oscuro. Es a largo plazo y en estados prolongados que configuran la atracción energética. Incluso, las emociones negativas reprimidas eventualmente pueden llegar a convertirse en un tipo de entidad.
La violencia física, emocional y mental es un poderoso atractivo para todo tipo de energías oscuras y negativas. El uso regular de las drogas y el alcohol también son unos poderosos imanes para este tipo de energías. Ahora bien, tomar una copa de vino es un hábito social y no afecta a nuestros campos de energía. Sin embargo, cuando llegamos a depender del alcohol o de las drogas, nuestras auras se debilitan considerablemente y los invasores negativos son atraídos por la energía creada por este estado.
Estos son algunos ejemplos de lo que la víctima puede llegar a experimentar bajo un ataque psíquico:
- Pesadillas aterradoras y experimentadas como muy reales.
- Ver a su atacante de una manera diabólica, ya sea en sus sueños, o en pensamientos.
- Sentirse cansado y agotado constantemente y sin razón aparente.
- Dolores constantes en el mismo lugar y al mismo tiempo de forma regular.
- Experimentar enfermedades o dolores en ciertas partes del cuerpo físico (puntos débiles) que el atacante conoce.
- Falta de concentración y sentimientos de pereza a la hora de realizar tareas cotidianas.
- Fuertes dolores de cabeza acompañados de vómitos o mareos.
- Cuestionarte constantemente tu objetivo en la vida.
- Depresión.
- Constantes pensamientos e imágenes del atacante en tu mente.
- Sensación de que te están mirando, aun teniendo la certeza de que estás solo/a.
- Ver y percibir sombras extrañas.
- En los perores casos, el ataque psíquico puede causar sentimientos de tener ataques al corazón y de suicidio.
De cualquier manera, antes de pensar que se está siendo víctima de un ataque psíquico hay que descartar la posibilidad de algún tipo de enfermedad diagnosticada por los médicos.
- Lo principal, es tomar conciencia del ataque psíquico a través de la identificación de los eventos inusuales que tienen lugar en tu vida que ayudará a disminuir el efecto del ataque en un 75%.
- Solicitar ayuda a los guías espirituales y ángeles de protección para detener el ataque.
- Sobre todo, NO ENVIAR energía o pensamientos similares al atacante.
- Las personas que logran “ver” a su atacante mentalmente, deben imaginar que se encuentran en la ducha y que una luz blanca o dorada, desciende del universo iluminando todo su ser.
Los expertos recomiendan que la manera más importante de protegerse de los efectos de un ataque psíquico, es siendo emocionalmente fuerte y estable, y no permitiendo que otras personas identifiquen tus miedos, porque esto revela debilidad. Recordamos, que en los peores casos se debe solicitar ayuda de un experto de confianza.
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