La fecha del primer soplo de oxígeno en la Tierra podría haber tenido
lugar entre 300 y 400 millones de años antes de lo que los científicos creían
hasta ahora. Según se deduce de los análisis llevados a cabo con antiguos
sedimentos, los primeros indicios de la existencia de oxígeno en la atmósfera
terrícola retrocederían en el tiempo hasta la fecha final de 3.000 millones de
años.
Estos nuevos datos sitúan la presencia del oxígeno en nuestro planeta más de
600 millones de años antes de la Gran Oxidación, cuando los niveles de oxígeno
atmosférico se elevaron espectacularmente. En los últimos seis años, varios
estudios geológicos han datado la presencia de oxígeno en un arco de tiempo de
entre 2.600 y 2.700 millones de años. Los científicos creen que algunos
microorganismos fotosintéticos como las cianobacterias fueron las productoras
del oxígeno. Por tanto, conseguir fechar las primeras muestras de oxígeno
atmosférico tiene implicaciones también sobre cómo evolucionó la vida
fotosintética en el planeta.
“Puesto que la fotosíntesis es un proceso complejo –explica el geólogo Sean
Crowe, que ha liderado el estudio junto a Lasse Døssing, de la University of
Southern Denmark, en Odense-, los científicos habían considerado siempre que la
evolución debía de haber sido muy lenta”. Los datos con los que cuenta el
equipo, junto con estas primeras evidencias de la existencia del oxígeno en la
atmósfera antes de la Gran Oxidación, desmentirían este concepto, completa
Crowe, en la actualidad miembro de la University of British Columbia de
Vancouver.
Los científicos de este equipo consiguieron hacer sus descubrimientos
trabajando con rocas de una antigüedad de 3.000 millones de años, extraídas de
una profundidad de 1.000 metros bajo tierra en Sudáfrica. Lo que Crowe esperaba
cuando iniciaron el trabajo era que los sedimentos revelaran la existencia de
una Tierra carente de oxígeno. Pero en lugar de eso, el equipo se topó con la
evidencia más antigua nunca encontrada de la presencia de moléculas de oxígeno
en nuestro planeta.
Los investigadores utilizaron una técnica de alta sensibilidad para comparar
formas estables del cromo –el cromo-52 y el cromo-53- con la que averiguar si en
las rocas había signos de exposición al oxígeno. Hoy en día, el cromo-52 es más
abundante en los sedimentos de la tierra que el cromo 53, porque el oxígeno
atmosférico oxida más fácilmente al cromo-53 o a sus bandas de electrones.
Cuando se oxida, el cromo-53 se disuelve en agua, por lo que los ríos lo
arrastran hasta el mar.
En el trabajo que han publicado en la revista Nature bajo el título
«Atmospheric oxygenation three billion years ago», Crowe y su equipo
detallan cómo encontraron que las muestras tomadas en Sudáfrica tenían niveles
sorprendentemente bajos de cromo-53, lo que sugería que el oxígeno estaba
presente en la atmósfera en ese tiempo. Los investigadores también detectaron
niveles más altos de cromo en los antiguos sedimentos oceánicos de esa misma
zona.
Puesto que la técnica basada en el cromo sólo se ha empleado en los últimos
años, algunos expertos prefieren ser muy cautelosos en el tratamiento de estos
logros. “Se puede decir que estamos en una fase muy prematura y experimental de
la interpretación de esos datos”, incide el geobiólogo del Caltech Woordward
Fischer.
En la misma línea se manifiesta en geoquímico de la University of Maryland in
College Park James Farguhar quien, pese a considerar “un acontecimiento
verdaderamente relevante, el hallazgo de cromo oxidado con 3.000 millones de
años de antigüedad”, sugiere que, tal vez, otros elementos químicos que no han
sido considerados hasta ahora podrían haber jugado un papel esencial en ese
proceso de oxidación.
Es probable que estos resultados lleven a aclarar algunas cuestiones
esenciales sobre la evolución de la vida fotosintética. Los científicos creen
que las cianobacterias, principales sospechosas de la producción temprana de
oxígeno, evolucionaron hace 2700 millones de años. Así pues, otros organismos
podrían haber producido el oxígeno en esa época tan temprana, o bien las
cianobacterias podrían haber evolucionado antes de lo que se pensaba.
“La investigación -concluye el geobiólogo de la University of Washington in
Seattle Roger Buick-, añade una mayor complejidad a nuestra imagen de cómo y
cuándo se hizo nuestra Tierra con su oxígeno. Y sugiere que la fotosíntesis del
oxígeno, la fuente de la mayoría del oxígeno con que contamos, evolucionó de
forma muy importante antes de la Gran Oxidación”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario