El diario británico The Telegraph informó que un grupo de exploradores
ecuatorianos, británicos, franceses y norteamericanos asegura haber encontrado
ruinas, presuntamente Incas, en las profundidades de la selva amazónica
ecuatoriana, en la zona del Parque Nacional Llanganates, y se cree que este
descubrimiento podría ayudar al hallazgo del codiciado “Tesoro de los
Llanganates”.
La estructura descubierta consiste en una pared, con una pendiente de 60
grados, que concluye en una planicie donde fueron hallados diferentes artefactos
de uso humano, lo que según los investigadores “permitirá resolver varios de los
misterios de Suramérica y debe considerarse uno de los más grandes
descubrimientos arqueológicos del mundo”, según explicó el equipo de
investigadores.
Esta investigación, así como otras realizadas en la zona Andina, llevan a
creer a los científicos que pudo tratarse del mausoleo de
Atahualpa, que alberga el Tesoro de los Llanganates,
un fastuoso botín de oro y otras riquezas reunidas como pago por la liberación
del último Inca del Tahuantinsuyo.
Benoit Duverneull, uno de los investigadores franco-americanos, asegura que
este puede ser “uno de los más importantes descubrimientos arqueológicos de la
historia, porque no se han descubierto estructuras de ese tamaño en este lado
del planeta, aunque existen posibilidades de que pueda ser una formación de
rocas extremadamente inusual”.
Sin embargo, el científico no ha descartado que el hallazgo pueda guardar
relación con la cultura Panzaleo, que estuvo establecida unos 600 años A.C., o
bien el pueblo Cañari, quienes eran rivales de los Incas y unieron fuerzas con
los Españoles durante la conquista.
Por otra parte, el investigador británico, Bruce Fenton, cree que las ruinas
pueden datar de épocas anteriores a estas civilizaciones, y considera que el
sitio una vez albergó una ciudad, construida para capitalizar el oro hallado en
los ríos de la región, y que todas las ruinas podrían llegar a ser del tamaño de
Machu Picchu, en el sur del Perú.
El equipo multinacional encontró las ruinas en una región remota en el centro
del Ecuador, de donde ya han desenterrado una estructura de 80 metros de longitud por 80
metros de ancho, construida con cientos de bloques de roca de 200 toneladas.
Las investigaciones están en la etapa inicial, y las teorías sobre el sitio
varían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario