Una vara de metal vikinga ha desconcertado a los expertos por más de
un siglo hasta que recientemente fue identificada como una varita
mágica utilizada por una hechicera para arrojar conjuros. El objeto, que
fue encontrado en una tumba del siglo 9 de nuestra era, tiene su punta doblada,
lo que ha provocado que fuera catalogado erróneamente como un gancho de pesca o
un utensilio para asados.
Pero ahora los arqueólogos han concluido que en realidad se trata de
un ítem mágico perteneciente a una hechicera que vivía “en los márgenes de la
sociedad”. Afirman que la razón por la cual el objeto fue doblado antes de ser
enterrado con su dueña, fue para anular las propiedades mágicas y así prevenir
que la hechicera utilizara su varita para regresar de la muerte.
La vara de 90 cm de largo ha sido parte de la colección del Museo
Británico desde 1894, cuando fue descubierta en la provincia Romsdal de Noruega.
En la tumba de la hechicera también se encontraron otros objetos valiosos,
incluyendo una inusual placa hecha de huesos de ballena, algo que implica que, a
pesar de su marginalidad, la mujer tenía un alto estatus en la sociedad
vikinga.
Sue Branning, la curadora del Museo Británico, dijo que el objeto mágico fue
con toda seguridad utilizado para llevar a cabo el seithr, una forma de
hechicería vikinga practicada de forma predominante por las mujeres.
“La curva al final de la vara significa que ésta ha sido puesta fuera de uso,
era una práctica habitual en la Edad Media; los bienes que se colocaban en la
tumba eran rotos al ser enterrados”, dice Branning.
Doblar o romper posesiones enterradas con los muertos
servía para neutralizar sus propiedades mágicas — previniendo así que su antiguo
dueño siguiera arrojando conjuros y hechizos desde el más allá.
“Debe haber existido una suerte de ritual. Este objeto fue ‘matado’
ritualísticamente, un acto para remover sus poderes”, agrega
Branning.
A pesar que la sociedad vikinga —como la mayoría de sociedades
medievales— era dominada por los hombres, se creía que algunas mujeres tenían
poderes especiales y esto las convertía en figuras de mucha
influencia.
Branning destaca que “estas mujeres eran tan respetadas como temidas. Es por
eso que quizás se encontraran en los márgenes de la sociedad”.
Debido a que los vikingos no fueron convertidos al Cristianismo hasta cerca del
año 1.000 d.C., hay fuerte evidencia sobre la gran importancia de la magia en su
sociedad, en un tiempo cuando el resto de Europa ya había abandonado esas
prácticas. Por ejemplo, las runas, un sistema de escritura utilizado en Escandinavia y
sus alrededores, eran utilizadas para adivinar o prever el futuro.
La varita mágica de la hechicera formará parte de la
nueva muestra medieval del Museo Británico a inaugurarse el 27 de marzo del
presente año. También estarán disponibles al público otras colecciones del
museo, como los tesoros anglosajones encontrados en Sutton Hoo.
http://www.mysteryplanet.com
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