Luego
de dos siglos de investigación, la Isla de Pascua aun resulta ser un
verdadero misterio para los arqueólogos e investigadores del mundo. Este
enigma se debe principalmente a las más de un millar de estatuas,
llamadas moais, que se encuentran sobre la superficie insular.
¿Para qué fueron construidos estos moais? ¿Cómo los construyeron? ¿Desde hace cuánto tiempo? ¿A quiénes representan? Preguntas que sólo han derivado a una serie de hipótesis, una tan discordante de otra que parecieran hablar de realidades totalmente distintas.
Los pobladores del lugar llamaban a su isla Te pito o te henua u “ombligo del mundo”, esto a pesar de que sólo mide 160 kilómetros de extensión y en su forma triangular 24 kilómetros en su punto más largo. Así mismo su superficie es más bien baja: tiene tres volcanes inactivos siendo el resto es un terreno pobre, cubierto de polvo de volcán con escasa vegetación.
Ante esto surge la primera pregunta, ¿por qué los pobladores buscaron un lugar tan poco fértil para asentarse? Muchos aseguran que quizá la llegada de los primeros hombres a estas tierras fue producto de una casualidad, quizá, dicen, fueron llevados por las corrientes y no tuvieron luego, más remedio que asentarse allí.
Su descubrimiento
El 5 de abril de 1722, el holandés Jacob Roggerween, descubrió la isla y la llamo de Pascua, debido a la celebración religiosa concordante con la fecha. No obstante, no fue sino 48 años después, con la llegada del español Felipe Gonzáles, que se realizó los primeros estudios y registros de esta isla. En estos estudios se da un dato curioso, los españoles indicaron que los habitantes de la isla eran muy distintos de los habitantes de las Américas, más bien, decían, parecían europeos.
Es decir, los nativos de entonces tenían una piel blanca muy distinta de los pobladores actuales que hoy habitan la isla. Esto se debe a que toda la población originaria de esta isla, al parecer, fueron desapareciendo. Según estudiosos, esto se debe principalmente por las capturas de pascuenses que los piratas realizaron 1805, para venderlos como esclavos a las islas guaneras del Perú. Luego estos esclavos fueron devueltos a sus islas enfermos de viruela y lepra reduciendo así una población de 5 mil habitantes a no más de 100 personas.
Los Moais
Pero ¿qué son esos extraños rostros alargados que vigilan las riberas de la isla? ¿Qué representan y para qué fueron construidos?
Los arqueólogos hablan que estos no eran más que monumentos funerarios que representaban a determinados pobladores, quizá ilustres, de la isla. No obstante, debemos tomar en cuenta, que los moais descubiertos hasta la fecha suman cerca de mil, casi la mitad de la población de la isla que se estima en 2500. Es por ello que otros estiman que son demasiados moais para sugerir que fueran representaciones funerarias además, hay que tomar en cuenta de que cada una de estas esculturas son similares e idénticas entre sí, lo que le quita la supuesta individualización en la representación de la muerte de cada persona.
En cuanto a su forma, queda la pregunta del por qué representaron formas tan desproporcionadas. En este punto las diferencias de opiniones son sumamente contradictorias pues mientras algunos sugieren que fue por un simple desconocimiento anatómico de los escultores otros aseguran que estas esculturas y sus formas fueron totalmente intencionadas. Aquí deviene otra pregunta, ¿Qué seres tienen tales cabezas alargadas, manos con dedos tan largos y cuerpos tan abultados y pequeños?
No obstante, lo usual es relacionar las formas de estas figuras como una interpretación artística lo que imposibilita todo tipo de análisis, pues artísticamente, todo puede ser representado bajo esas características: un hombre, un dios, un guerrero legendario, un ser mítico, entre otros.
Pero no olvidemos que los pobladores debieron en verdad, adorar (sea lo que representen estas estatuas) de manera casi obsesivas a quienes representaban. Esto no sólo por la cantidad de moais en toda la isla, sino, y sobre todo, por el esfuerzo que necesitaba su creación, pues todas estas estatuas son de piedra y muchas de ellas tiene un tamaño incluso que sobrepasa los 20 metros de altura y las 40 toneladas de peso, ¿Cómo las labraban sin conocer el metal? ¿Cuánto tardaban? ¿Cómo hacían para trasladar esas estructuras a unos 15 kilómetros de distancia?
En cuanto a la tercera pregunta, los arqueólogos han indicado, que al igual que en Egipto, esto se realizó con la cooperación de toda una población, quienes con cuerdas y rodillos arrastraban estas tremendas estructuras hasta el lugar señalado. No obstante, lo pregunta es, cuántos rodillos de madera se necesitan para trasladar más de mil moais, sobre todo, cuando se ha dicho, siendo esta una isla casi infértil y cuántos hombres, a sabiendas que la población siempre fue limitada.
Como dijimos en un principio, las preguntas en torno a esta Isla chilena, continúa causando la consternación entre arqueólogos, investigadores e incluso entre turistas y visitantes.
¿Para qué fueron construidos estos moais? ¿Cómo los construyeron? ¿Desde hace cuánto tiempo? ¿A quiénes representan? Preguntas que sólo han derivado a una serie de hipótesis, una tan discordante de otra que parecieran hablar de realidades totalmente distintas.
Los pobladores del lugar llamaban a su isla Te pito o te henua u “ombligo del mundo”, esto a pesar de que sólo mide 160 kilómetros de extensión y en su forma triangular 24 kilómetros en su punto más largo. Así mismo su superficie es más bien baja: tiene tres volcanes inactivos siendo el resto es un terreno pobre, cubierto de polvo de volcán con escasa vegetación.
Ante esto surge la primera pregunta, ¿por qué los pobladores buscaron un lugar tan poco fértil para asentarse? Muchos aseguran que quizá la llegada de los primeros hombres a estas tierras fue producto de una casualidad, quizá, dicen, fueron llevados por las corrientes y no tuvieron luego, más remedio que asentarse allí.
Su descubrimiento
El 5 de abril de 1722, el holandés Jacob Roggerween, descubrió la isla y la llamo de Pascua, debido a la celebración religiosa concordante con la fecha. No obstante, no fue sino 48 años después, con la llegada del español Felipe Gonzáles, que se realizó los primeros estudios y registros de esta isla. En estos estudios se da un dato curioso, los españoles indicaron que los habitantes de la isla eran muy distintos de los habitantes de las Américas, más bien, decían, parecían europeos.
Es decir, los nativos de entonces tenían una piel blanca muy distinta de los pobladores actuales que hoy habitan la isla. Esto se debe a que toda la población originaria de esta isla, al parecer, fueron desapareciendo. Según estudiosos, esto se debe principalmente por las capturas de pascuenses que los piratas realizaron 1805, para venderlos como esclavos a las islas guaneras del Perú. Luego estos esclavos fueron devueltos a sus islas enfermos de viruela y lepra reduciendo así una población de 5 mil habitantes a no más de 100 personas.
Los Moais
Pero ¿qué son esos extraños rostros alargados que vigilan las riberas de la isla? ¿Qué representan y para qué fueron construidos?
Los arqueólogos hablan que estos no eran más que monumentos funerarios que representaban a determinados pobladores, quizá ilustres, de la isla. No obstante, debemos tomar en cuenta, que los moais descubiertos hasta la fecha suman cerca de mil, casi la mitad de la población de la isla que se estima en 2500. Es por ello que otros estiman que son demasiados moais para sugerir que fueran representaciones funerarias además, hay que tomar en cuenta de que cada una de estas esculturas son similares e idénticas entre sí, lo que le quita la supuesta individualización en la representación de la muerte de cada persona.
En cuanto a su forma, queda la pregunta del por qué representaron formas tan desproporcionadas. En este punto las diferencias de opiniones son sumamente contradictorias pues mientras algunos sugieren que fue por un simple desconocimiento anatómico de los escultores otros aseguran que estas esculturas y sus formas fueron totalmente intencionadas. Aquí deviene otra pregunta, ¿Qué seres tienen tales cabezas alargadas, manos con dedos tan largos y cuerpos tan abultados y pequeños?
No obstante, lo usual es relacionar las formas de estas figuras como una interpretación artística lo que imposibilita todo tipo de análisis, pues artísticamente, todo puede ser representado bajo esas características: un hombre, un dios, un guerrero legendario, un ser mítico, entre otros.
Pero no olvidemos que los pobladores debieron en verdad, adorar (sea lo que representen estas estatuas) de manera casi obsesivas a quienes representaban. Esto no sólo por la cantidad de moais en toda la isla, sino, y sobre todo, por el esfuerzo que necesitaba su creación, pues todas estas estatuas son de piedra y muchas de ellas tiene un tamaño incluso que sobrepasa los 20 metros de altura y las 40 toneladas de peso, ¿Cómo las labraban sin conocer el metal? ¿Cuánto tardaban? ¿Cómo hacían para trasladar esas estructuras a unos 15 kilómetros de distancia?
En cuanto a la tercera pregunta, los arqueólogos han indicado, que al igual que en Egipto, esto se realizó con la cooperación de toda una población, quienes con cuerdas y rodillos arrastraban estas tremendas estructuras hasta el lugar señalado. No obstante, lo pregunta es, cuántos rodillos de madera se necesitan para trasladar más de mil moais, sobre todo, cuando se ha dicho, siendo esta una isla casi infértil y cuántos hombres, a sabiendas que la población siempre fue limitada.
Como dijimos en un principio, las preguntas en torno a esta Isla chilena, continúa causando la consternación entre arqueólogos, investigadores e incluso entre turistas y visitantes.
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