La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este viernes que la
epidemia de ébola que está asolando gran parte del África Occidental es
una emergencia de salud internacional. Es por este motivo que el mortal
brote del virus ébola evoca el temor de que se trate de una plaga
apocalíptica. Y esto es debido a que por primera vez en la historia el
virus está apareciendo en zonas urbanas donde es mucho más difícil
identificarlo. El virus, que no existe cura conocida, tiene una tasa de
mortalidad de alrededor del 50% al 90%.
Los principales medios de comunicación ya informan que el brote es probablemente mucho más grave
de lo que se está diciendo. Y es que este nuevo brote de Ébola en
realidad podría estar causando muchos más muertos que los indicados en
la cifra oficial. Según la OMS ya hay cerca de 900 personas muertas y
otras 1.600 están infectadas, pero diversos médicos que se encuentran en
el corazón de la epidemia en África Occidental dicen que hay muchos más
casos no declarados.
Pero lo más aterrador de todo, es que Estados Unidos ha repatriado a
dos de sus médicos que contrajeron la enfermedad para ser tratados. Por
su parte España ha hecho lo mismo con el religioso español Miguel
Pajares, infectado por el virus del ébola, y Juliana Bohi, una monja de
origen guineano pero con pasaporte español, aunque supuestamente no ha
dado positivo en las pruebas del ébola.
Y aunque algunos medios de
comunicación están informando que este brote letal del virus ébola es
poco probable que se convierta en una pandemia global, muchas personas
en todo el mundo creen que esto puede ser una señal de la llegado de los
cuatro jinetes del Apocalipsis (Apocalipsis 6: 1-8) típicamente
identificados como la peste, la guerra, el hambre y la muerte. ¿Qué
ocurriría si la raza humana se encontrara repente con una enfermedad
incurable, altamente infecciosa y contagiosa?
La Peste Negra devastó la civilización europea a mediados del 1300
d.C. El número de muertos fue de 25 millones de personas en Europa (y
unos 40 a 60 millones en Asia), incluso algunos historiadores creen que
hasta el 50% de la población europea murió en un período de cuatro años.
Autores contemporáneos como Agnolo de Tura, describieron la
devastación:
“La enfermedad parecía contagiarse a través de la
respiración y de la vista. Y así murieron. Y no se podía encontrar a
nadie que enterrara a los muertos ni por dinero ni por amistad. Los
miembros de una familia cavaban las zanjas para sus muertos lo mejor que
podían, sin sacerdote, ni ningún religioso presente… Grandes pozos
fueron cavados para apilar a una multitud de muertos. Y murieron por centenares por el día y por la noche…
Y tan pronto como esas zanjas se llenaron se cavaban más… Y yo, Agnolo
di Tura, llamado el Gordo, enterré a mis cinco hijos con mis propias
manos… Los perros devoraban los cuerpos sin vida que no habían podido
ser enterrados. Y así murieron muchos, todos creían que era el fin del
mundo.”
Esto es simplemente un recuerdo de lo que un día fue
nuestro mundo. Hay muchas personas que son escépticas en cuanto a pensar
que este brote de ébola podría volver a repetir un escenario parecido,
pero la verdad es que una enfermedad así destruiría en cuestión de
semanas nuestro mundo altamente controlado, seguro y confiado. Nos
olvidamos fácilmente lo frágil que es nuestro mundo, y cómo un pequeño e
invisible virus o bacteria podría hacer cambiar nuestra sociedad.
Como
hemos comentado anteriormente, no es de extrañar que los más creyentes
en las teorías apocalípticas estén más que convencidos de que este
brutal brote de ébola es el inicio del infierno en la Tierra profetizado
en el Apocalipsis. En el Apocalipsis 6, cuando el cuarto caballo que
lleva la muerte seguido de Hades, está escrito que una cuarta parte del
mundo sucumbirá.
“Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del
cuarto ser viviente que decía: “¡Ven!” Y miré, y he aquí un caballo
amarillo! Y el nombre de su jinete se llamaba Muerte, y el Hades le
seguía. Y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para
matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la
tierra.” ( Apocalipsis 6: 7-8 )
Y esto ha llevado a los más
apocalípticos a creer que la propagación del ébola en África Occidental
tiene implicaciones en el Fin de los Tiempos. Pero si esto no fuera
suficiente, también creen que los gobiernos se encuentra detrás del
brote con el fin de obligar a la población a tratarse con una misteriosa vacuna.
“Obama podría reclamar los poderes ejecutivos para ordenar que todos los seres humanos en los Estados Unidos se vacunen”, dijo el pastor Rick Wiles. “Se
podría utilizar el pánico de cientos de millones de personas en este
país para obligarlos a ser vacunados, además miles de millones de
personas en todo el mundo. El mundo podría recibir una vacuna contra un
virus mortal pero nadie sabría lo que les habrían inyectado.”
Según
los expertos en profecías bíblicas, esto desencadenaría que la cura
fuera peor que la enfermedad ya que permitirá que el ébola mute en una
forma desconcordia que llevará a la muerte a millones de personas en
todo el mundo, y los que se nieguen a ser vacunados serán llevados a los
conocidos campos FEMA o similares en sus respectivos países.
Y
la comunidad científica tampoco esta exenta de polémica, ya que cada
vez son más los que creen que este brote de ébola que puede causar el
Apocalipsis en la Tierra ha sido creado por científicos, lo que abierto
un debate en la comunidad conspirativa.
Pero las evidencias no engañan, ya que en una declaración en 2006 de un conocido científico de Texas abogaba por el exterminio de 90% de la población
de la Tierra usando un virus ébola transmitido por el aire. La mente
iluminada fue la del profesor Eric R. Pianka, quien llamo al ébola como “su método preferido para exterminar a más de cinco mil millones de seres humanos”, debido a que es altamente letal y mata a sus víctimas en días en lugar de años.
La conferencia fue conocida popularmente como la “Reunión del Doctor Muerte”,
donde el Dr. Pianka comenzó su discurso condenando el antropocentrismo,
o la idea de que la raza humana ocupara un lugar privilegiado en la
naturaleza. Sostuvo que el fuerte aumento de la población humana desde
el inicio de la industrialización estaba destruyendo el
planeta. Advirtió que la Tierra no sobreviviría a menos que la población humana se redujera a una décima parte
de su número actual. Luego ofreció soluciones drásticas, acompañando
sus palabras con una diapositiva que representaba a los cuatro jinetes
del Apocalipsis.
Según
sus propias declaraciones, la guerra y la hambruna eran insuficientes
para resolver el problema de la superpoblación mundial. En cambio, la
enfermedad era mucho más eficiente y rápida. Cuando terminó su discurso,
el público estalló en aplausos. Entonces, ¿esta es la tormenta perfecta
del sueño utópico del profesor Pianka?
La
realidad es que el futuro es incierto, y dejando aparte las teorías
apocalípticas la realidad es que podemos encontrarnos en el peor de los
escenarios posibles o que no ocurra absolutamente nada. Pero no está de
más considerar la compra de una caja de guantes de vinilo desechables y
mascarillas autofiltrantes para partículas, para este u otros riesgos de
contaminación que viajan por el aire y que podrían hacer peligrar
nuestra existencia.
http://www.mundoesotericoparanormal.com/
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