Durante mucho tiempo la leyenda sobre Nibiru, el también llamado Planeta
X, ha fascinado a científicos y a teóricos de la conspiración por
igual. Desde una perspectiva científica, ahora sabemos que hay planetas
en la periferia de nuestro sistema solar, y que están más cerca y son
más numerosos de lo que jamás habíamos imaginado. Pero muy a lo
contrario de lo que la gente pueda pensar, fueron los astrónomos a
principios de este 2015 quienes revivieron la teoría sobre la existencia
de Nibiru
Esto fue a raíz de una investigación publicada en la revista Monthly
Notices of the Royal Astronomical Society Letters, donde aseguraron que
tenían evidencias de que hay al menos dos planetas más grandes que la Tierra
que se encuentran en nuestro sistema solar más allá de Plutón. Las
afirmaciones científicas se basaban en las observaciones de influencias
gravitacionales sobre un grupo de cuerpos espaciales denominados “objetos transneptunianos extremos (ETNO)” que orbitan nuestro Sol más allá del planeta Neptuno.
Los más creyentes en la existencia del destructor planeta consideraron
el anuncio de los astrónomos como la prueba definitiva de que los
gobiernos se están preparando para finalmente revelar la verdad sobre
Nibiru y preparar a la población para el día del juicio final.
Pero lo que nadie se esperaba es que ahora se diera a conocer
públicamente un estudio de la NASA publicado en 1988, el cual revela
detalles sobre el misterioso Planeta X con un período orbital estimado
de más de 1.000 años.
El estudio demuestra que la NASA y el gobierno de Estados Unidos han
sido conscientes de la existencia del Planeta X desde hace décadas, y lo
peor de todo es que podría estar aproximándose a la Tierra con
consecuencias catastróficas para la humanidad.
Según los teóricos de la conspiración, los recientes archivos secretos filtrados de la NASA ( Astronomy Abstract Service y The location of Planet X)
revelan que la agencia espacial estadounidense es consciente de que la
influencia gravitatoria del Planeta X habría interrumpido las órbitas de
otros planetas en los cientos de sistemas solares de años atrás, y que el acercamiento a la Tierra es inminente. Al parecer el legendario Planeta X estaría enviando olas de “partículas energéticas plasmáticas” cargadas a nuestro sistema solar. Como ya avanzamos en nuestro articulo “Últimos desastres naturales, ¿señales del acercamiento de Nibiru o comienzo del Apocalipsis?”, el flujo de energía estaría provocando cambios catastróficos en el clima de la Tierra.
Los efectos catastróficos del Planeta X se estarían sintiendo desde 1996 en forma de aumento de la actividad sísmica,
la erupción de volcanes inactivos, patrones climáticos anormales, y
desastres naturales varios. Los conspiranoicos aseguran que la NASA, el
Pentágono y la CIA serian conscientes de la aproximación del planeta
errante, y el Vaticano también seria conocedor de esta valiosa
información, pero que ha querido ocultar el inminente apocalipsis al
público.
El informe presentado a la Casa Blanca estima que alrededor de dos tercios de la humanidad serán eliminados cuando el Planeta X
induzca a la Tierra al cambio de polos. Dos tercios de los
supervivientes perecerán durante los siguientes seis meses debido a la
exposición de diversos elementos.
Pero parece ser que el Planeta X mencionado en los archivos de la NASA no está vinculado con la teoría expuesta por Zecharia Sitchin, quien aseguraba que Nibiru era el planeta de los Anunnaki y que cada 3.600 años se aproxima a la Tierra.
Teorías conspirativas
Según
los teóricos de la conspiración, la NASA preparó la misión New Horizons
dos años después del estudio que revelaba la existencia del Planeta X
en 1988. La verdadera misión de la New Horizons era llegar al Planeta X,
pero para evitar el pánico colectivo, la NASA dijo públicamente que
el destino de la sonda espacial era Plutón y el cinturón de Kuiper.
En la década de 1990, la agencia espacial estadounidense fingió abandonar la búsqueda del Planeta X, filtrando falsa información
sobre las últimas mediciones realizadas por la sonda espacial Voyager
2, que parecían demostrar que el Planeta X no existía y que las
supuestas irregularidades en las órbitas de Urano y Neptuno, que dieron
lugar a la hipótesis del Planeta X, se debieron a la sobreestimación de
la masa de Neptuno. Pero según los conspiranoicos, la declaración de los
científicos de la NASA era una artimaña deliberada para encubrir el
destino real de la misión espacial no tripulada New Horizons.
Y a
todas estas evidencias conspirativas le tenemos que sumar como en 2012
varios medios de comunicación como CNN, NBC, BBC o Al Jazeera informaron
sobre la existencia de Nibiru, aunque rápidamente las noticas fueron
eliminadas.
Pero sea cual sea la verdad que se oculta tras el
Planeta X, la única realidad es que nuestro frágil planeta se encuentra
sometido a graves desastres naturales, y las olas de calor que afectan
muchos países pueden ser la prueba definitiva de que Nibiru es real y
que el Armagedón está cerca.
Fuente: http://www.mundoesotericoparanormal.com/
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