#rumboaOchate (Parte 1)

Ante todo, queriamos dedicar este reportaje, a unos cuantos amigos sin los cuales no habria sido posible.
A todos los amigos de la pagina de facebook y del blogg , a todo el equipo de Misterio Estelar por aguantar mis locuras, a Antonio Arroyo y Julio Corral por explicarnos que es Ochate , a Enrique Echazarra y Alberto de Quintana entre otros por la ayuda prestada a Antonio y Julio, a Rocio Montero por su ayuda y por hacernos ver Ochate desde otro punto de vista, a Iker Jimenez y su equipo por la difusion que han dado de Ochate, y a todos los componentes del gran grupo de Facebook de Amigos de Ochate.....espero que os guste....

@MisterioEstelar en Ochate

Ahí esta, el desvío hacia San Vicentejo.

La visita esta a punto de comenzar, y una vieja amiga nos espera observando todo el precioso monte.

Nuestra intención, aparte de una buena escapada hacia un lugar mágico, es controlar los problemas electrónicos que mucha gente nota.

Tres teléfonos móviles, dos brújulas, y muchas ganas de emprender el viaje.

Después de recorrer el camino entre San Vicentejo e Irimuri, aparcamos al lado de una casa de construcción nueva.

Una vez preparado todo, empezamos el camino hacia Ochate.

Miramos el reloj y nos marca las 11:52 h,,,baterías de móvil al 82% brújulas marcando 70% al Este.

Al poco de empezar el camino, nos encontramos con el primer escollo,Barro mucho Barro,,,

Después de pasar esos 100 metros mas o menos de mucho barro, encontramos ya el camino bastante limpio.

Primer contacto con la verdadera maldición de Ochate,,,dos mantas llenas de barro y un saco de basura, adornan uno de los laterales del camino.

Seguimos nuestro camino y unos pájaros nos dan la bienvenida ( que majos),,,esta muy nublado y llueve un poco pero los pajaritos no dejan de cantar.

Oímos los ladridos de los perros de Irimuri pero ya lejanos y a su vez comenzamos a ver a nuestra vieja amiga observando nuestra subida.

Nos llama la atención, una serie de montículos llenos de piedras colocadas de forma de medio circulo, en un borde del camino, y a su vez un poco mas adelante, otra recopilación de piedras, pero esta vez parece que estuvieran colocadas como si debajo hubieran enterrado un animal.

La verdad están bonitas y decoran el camino.

Notamos el paisaje distinto ( aunque claro estamos en época de mucha vegetación, y la naturaleza sigue su curso)

Los sonidos del viento nos empiezan a ofrecer todo tipo y variedades de formas, que siempre sueles dejar a tu imaginación las interpretaciones.

También escuchamos los cencerros de las ovejas que a unos 500 metros nuestros pastan por allí.

Y los pájaros aunque siga lloviznando nos siguen acompañando con sus cantos.

De pronto ahí esta, por segunda vez se nos presenta la Torre de San Miguel, y esta vez mas cercana ya, aunque aun nos quede camino.

De pronto un sonido nos saca del trance, Agua corriendo,,,,,

Primer contacto con el pequeño riachuelo de aguas claras, es una maravilla verle bajar con todo su poderío.

Poco después, nos topamos con la segunda maldición,,,una acumulación de basura de todo tipo, desde botellas de plástico, hasta latas vacías y mas guarreria.

En mi humilde opinión, este tipo de gente que hace estas guarradas, deberían de dejar de acudir a estos sitios, por que lo único que hacen es no saber respetar lo que la naturaleza nos da, y sino saben respetar estas series de lugares, seguro que no serán capazes de respetarse ni a ellos mismos, pero bueno allá ellos y sus conciencias si es que las tienen.

Seguimos nuestra ruta, y ya empezamos a ver el montículo donde reposa la Necrópolis de Ochate.

Cruzamos el riachuelo por una especie de puente chiquito y nos dirigimos hacia allí.

La necrópolis, consta de una veintena de tumbas talladas en roca aunque gran parte se han deteriorado con el paso del tiempo.

Se cree que datan de la época de el alto medievo, entre los siglos IX y X lo cual coincide con las primeras referencias sobre el antiguo Gogate.

Hacemos una foto desde lejos, para que veáis donde paso una de las extrañas cosas de la historia de Ochate y su leyenda.

Ocurrió durante la emisión en directo de un programa de Milenio 3 emitido desde allí, y que durante la emisión, una serie de luces que no deberían estar allí fueron vistas por las personas que se encontraban en la zona de la torre.

El caso que la persona que se encontraba en la necrópolis ni vio nada raro ni se dio cuenta.

Inspeccionamos toda la zona de la necrópolis, pero solo logramos encontrar unas 6 tumbas, eso si, visibles perfectamente, al igual que mucha vegetación, llamándonos la atención dos plantas muy bonitas y pequeñas y llenas de pelo,,( la verdad que de plantas no es que sepamos mucho).

También hacemos alguna foto a la zona del hoyo visible desde la necrópolis.

Seguimos dirección al pueblo, pero en vez de meternos hacia allí, decidimos seguir el riachuelo, aunque pronto nos toca darnos la vuelta, ya que el camino se acaba ya que esta vallado.

A todo esto y desde nuestra llegada a la zona de la necrópolis, una ola de olores ( todos agradables) se nos presentan cada poco tiempo, y los pájaros aun con la pequeña lluvia siguen con sus cantos amenizándonos todo el camino.

Una vez cruzado el riachuelo, nos disponemos a rodear la zona de El Hoyo para empezar la última subida y llegar a Ochate.

Desde arriba, podemos apreciar el precipicio lleno de vegetación, y que hace muchos años era donde el río caía, formando una cascada de unos 10 metros de altura.

El Hoyo es una grieta natural de unos 200 metros de longitud y unos 20 o 30 de ancho y que a estado oculta durante muchos años debido a su densa vegetación.

En su fondo pueden encontrarse un sinfín de piedras labradas grandes muros y viejos senderos, así como cuatro largos muros de un metro de altura que atraviesan el Hoyo de pared a pared y que se cree que se debía a que hubiera sido usado como cerca para el ganado.

Aunque su uso mas oscuro se deba a una epidemia, en la cual fue usado como improvisado cementerio con el fin de tenerlo alejado del pueblo. Este ultimo dato esta sin confirmar debido a que se debe al boca a boca.

Pero aun así es un sitio que te llama a querer bajar a verlo e inspeccionarlo.

Ya después de rodear el Hoyo, estamos en la última subida que nos dirigirá hasta Ochate, y donde tiempo atrás nos encontramos con un caballo, al cual esta vez no vimos….

( los datos del Hoyo y la necrópolis, están copiados del libro “ Ochate realidad y leyenda del pueblo maldito” de Antonio Arroyo y Julio Corral)