A lo largo de la historia la idea del vampiro psíquico ha obsesionado a los sueños de la humanidad. Y desde la antigüedad se tenía conocimiento de unas misteriosas criaturas que acechaban en los rincones más oscuros de la mente humana, “alimentándose” de la propia energía de los seres mortales, reduciéndolos y acabando con el propio ser. Las personas que, sin razón aparente, se sentían continuamente cansadas, apáticas y letárgicas a menudo se creía que habían sido visitados por los vampiros psíquicos.
Los vampiros psíquicos son seres vivos que poseen la capacidad innata de “robar” la fuerza vital de su víctima, la energía a veces conocida como “chi” o “prana” en los círculos esotéricos y ocultistas en general. Pero también están los vampiros de energía espiritual, que son criaturas astrales de los niveles más simples, también conocidas como bajos astrales, que se encuentra ubicados en las zonas más oscuras de los seres humanos.
Incluso la psicología, reconoce la existencia ciertos seres humanos capaces de imponer las emociones negativas sobre los demás, alimentándose de las emociones para el beneficio de ellos mismos. La ciencia los llama vampiros emocionales, mientras que en el ocultismo va mucho más allá, ya que el vampirismo psíquico no es más que una consecuencia de la capacidad de drenar la energía de otro ser vivo por medios sobrenaturales.
Todos sabemos que la materia está compuesta de energía. La energía es todo lo que nos rodea fluyendo a través de nosotros. La energía se utiliza y se sustituye, según sea necesario para las actividades diarias, donde nuestros cuerpos mantienen un equilibrio de esa energía. Los vampiros psíquicos, sin embargo, no son capaces de producir la energía suficiente para reemplazar la energía utilizada en sus actividades diarias, ya sea por su propio ser o por estar alojando en su cuerpo bajos astrales.
Según los expertos, cualquier persona puede aprender a “alimentarse” de la energía de los demás, sin embargo, los vampiros psíquicos tienen la necesidad y el deseo de adquirir más energía, en muchas ocasiones sin ni siquiera saberlo, y así convertirlo en su fuente de energía habitual. Esto puede ocurrir a través de varios procesos, incluyendo el contacto visual, el contacto físico, el astral y otros medios. Otra fuente podría ser el medio ambiente circundante, incluyendo las ondas de radio, ultravioleta, infrarrojas, y el resto de los espectros electromagnéticos. Uno de los puntos a tener en cuenta, es que si se utiliza esta fuente energética como radios, teléfonos móviles, computadoras y otros dispositivos electrónicos pueden llegar a no funcionar correctamente cuando estamos cerca de los vampiros psíquicos.
Las víctimas de los ataques psíquicos pueden tener diferentes y variadas reacciones. La mayoría de las víctimas se encuentran, por lo general, demasiado cansadas después de estar cerca de una persona específica en cualquier periodo de tiempo, después de un sueño extraordinariamente vívido que pueden indicar un ataque psíquico durante el sueño, o después de una interacción intensa y/o traumática con alguien. Otros efectos van desde dolores de cabeza leves a fuertes migrañas, leves molestias estomacales o calambres abdominales severos. Algunas víctimas pueden experimentar acidez estomacal, siendo preludio de un posible accidente cerebrovascular, o incluso una leve fatiga paralizante. Normalmente, el aura de las víctimas se verá afectada por un ataque, que a menudo se cubre de manchas negras reveladoras, como si se trataran de tentáculos negro, que solamente están presentes en el momento del ataque.
Las víctimas casi siempre se recuperan a base de mucho descanso y de buena nutrición, y los efectos suelen ser de corta duración. Sin embargo, una vez que una persona ha sido víctima, es posible que entre en un círculo vicioso con su atacante. La víctima queda debilitada por el ataque, lo que impide su capacidad de defenderse contra nuevos ataques psíquicos, convirtiéndose en un blanco más fácil y tentador para él mismo o demás vampiros psíquicos.
Los medios de comunicación es donde se encuentran los más poderosos vampiros psíquicos, ya que debido a su naturaleza, atrae a millones de personas de todo el mundo. Según las teorías conspirativas, esto se debe a que los medios de comunicación están diseñados para acceder a lo más profundo de nuestro ser, drenando a diario a millones de víctimas sin que se den cuenta.
Muchos expertos afirman que los medios televisivos terminan siendo un círculo vicioso para las víctimas, que aparte de la manipulación social para el consumo, se alimentan de la energía, seguido por sentimientos negativos sin ser conscientes de ello.
Los vampiros están en todas partes de nuestra sociedad, que van desde personas desconocidas para nosotros, amigos, o incluso los propios familiares como “parejas, cuñados, hermanos o los propios padres”. Es en este último caso el más peligroso, ya que conviven diariamente con la víctima, anulando al propio ser, siendo la única solución la separación definitiva.
Los vampiros psíquicos siempre están cansados, nunca son personas felices o satisfechas, que se sienten abandonados o rechazados en buscan apoyo y ayuda. Ellos parecen obsesionados con el cumplimiento de sus metas y objetivos a toda costa, buscando opiniones y consejos para poder sentirse mejor. Es importante resaltar el hecho de que algunos vampiros psíquicos pueden sufrir de dolencias físicas, emociones desequilibradas, o trastornos de la personalidad (no confundir con la posesión). En los peores casos, muchos poseen temperamentos violentos, siendo excesivamente provocativos, pudiendo ser un claro de caso de que pueden contener en ellos bajos astrales.
- Estado somático general y la fatiga psicológica, sin una causa fisiológica aparente.
- La mala calidad del sueño, a veces seguido de la apnea del sueño o pesadillas recurrentes.
- Dolor en el cuello, la columna lumbar y dolores de cabeza recurrentes, además de sensación de malestar en el plexo solar.
- Sensación de tranquilidad al bañarse o al permanecer durante o cerca de cuerpos de agua.
Entonces, ¿qué se puede hacer para evitarlo? Para protegerse, primero se debe ser consciente de que se está siendo atacado. Para ello, hay que ser consciente de su entorno y desarrollar una conciencia de la propia energía. Pero sobre todo hay que aprender a interpretar las señales de su cuerpo, ya que te informa de que estás siendo víctima de un ataque psíquico.
En muchos casos la recuperación es simple, pero si conocemos perfectamente a nuestro atacante lo mejor es alejarnos definitivamente de él o ella. Pero aun así, nos podemos encontrar accidentalmente en ciertas situaciones, por lo que se puede recurrir a ciertos rituales o amuletos como los que podemos encontrar en portales web gratuitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario