Una tablilla de 1,700 años de antigüedad que fue probablemente
escrita por un mago “negro”, ha sido descubierta por arqueólogos en una mansión
romana que colapsó recientemente en Jerusalén.
La mansión de 2,000 metros cuadrados, que está siendo excavada por la
Autoridad de Antigüedades de Israel, está ubicada en lo que se conoce como la
“Ciudad de David”, una zona que tiene una historia de 6,000 años de ocupación
humana. Este edificio albergó inquilinos entre finales del siglo 3 y el año 363
d.C. Hace pocos meses sufrió un derrumbe producto de una serie de
terremotos.
Los arqueólogos que iniciaron las excavaciones en el lugar se toparon con una
singular tablilla escrita en griego en la cual una mujer llamada Kyrilla invoca
los nombres de seis dioses antiguos para lanzar una maldición contra un hombre
llamado Iennys, todo debido aparentemente a una disputa legal.
“Golpeo y golpeo, y clavo la lengua, los ojos, la rabia, la ira, el enojo, la
procrastinación, la oposición de Iennys”, dice parte de la maldición. Kyrilla le
pide a los dioses que se aseguren que “él no pueda oponerse, para que no diga o
haga algo adverso a Kyrilla … y en su lugar Iennys, como si estuviera en su
vientre, esté sujeto a ella…”
De acuerdo Robert Walter Daniel, del Institut für Altertumskunde at the
University of Cologne, para obtener su objetivo, Kyriulla combina elementos
de cuatro religiones distintas. De los seis dioses invocados, cuatro de ellos
son griegos (Hermes, Perséfone, Plutón y Hécate), uno es babilónico (Ereschigal)
y el restante es de origen gnóstico (Abrasax). Además, el texto contiene
palabras mágicas como “Iaoth” que proviene del hebreo.
Es muy probable que un mago profesional haya creado la maldición para
Kyrilla, quien literalmente utilizó un martillo y clavos para ejecutar el rito
mágico con mayor efectividad. “El martillar y los clavos son una forma de ganar
control sobre una persona objetivo de los textos mágicos”, agrega Daniel.
Se presume que Kyrilla y su víctima de maldición eran miembros de la clase
romana media o alta, y se encontraban en una trifulca legal de algún tipo, ya
que la tablilla presenta similitudes con otras encontradas en Cyprus que tienen
fama de haber sido utilizadas en casos legales.
La tablilla fue encontrada en el noroeste de la mansión, en una habitación
situada en lo que alguna vez fue el segundo piso de la opulenta propiedad
romana.
Los investigadores no saben el propósito de este segundo piso, pero todo
indica que Iennys estaba relacionado de alguna forma a éste, pues el objeto
maldito fue posicionado allí intencionalmente. “Dado que la maldición estaba
dirigida a Iennys, [la tablilla] fue escondida en un lugar que él frecuentaba.
Quizás el individuo trabajaba en la mansión”, concluye Daniel.
Este llamativo descubrimiento fue detallado hace poco en la revista
Zeitschrift für Papyrologie und Epigraphik.
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