Por siglos la Iglesia ha retratado la crucifixión
de Cristo con sus brazos estirados horizontalmente sobre la cruz, pero los
científicos piensan que este tipo de muerte era más cruel de lo que se creía
hasta ahora, y que los brazos de la víctima estaban clavados a cierta altura
sobre su cabeza.
La mayoría del arte cristiano muestra a Jesús clavado a la
cruz con sus brazos formando una "T" sobre la cruz, como esta pintura
de Andrea Mantegna que se muestra en el Musee du Louvre, París. La mayoría del
arte cristiano muestra a Jesús clavado a la cruz con sus brazos formando una
“T” sobre la cruz, como esta pintura de Andrea Mantegna que se encuentra en el
Musee du Louvre, París. Un equipo internacional que se halla estudiando el Santo
Sudario de Turín, una sábana en la que aparece la supuesta figura del nazareno,
ha declarado que sin importar cómo fue creada la imagen, ésta sugiere que
durante la práctica de la crucifixión la víctima era suspendida en forma de
“Y”. El Santo Sudario es una de las reliquias más estudiadas en la historia y
la opiniones sobre su autenticidad varían.
Mientras que algunos piensan que se
trata de una falsificación medieval cuyo autor podría llegar a ser el genial
Leonardo Da Vinci, otros aseguran que es producto de la divinidad de quién
resucitó estando envuelto en esta tela de lino. Cualquiera sea el caso, el
sudario muestra la apenas perceptible figura de un hombre desnudo quien, entre
otras heridas visibles, presenta líneas de sangre que parecen haber recorrido
sus brazos hacia el torso. Santo Sudario de Turín. Santo Sudario de Turín.
Matteo Borrini, de la Universidad John Moores de Liverpool, piensa que vale la
pena estudiar el Sudario: “Incluso si se trata de una falsificación, es una
obra de arte más que interesante y una muestra de la ingenuidad humana”.
Borrini quería saber si las manchas de sangre en el brazo izquierdo, las más
visibles, eran consistentes con el flujo de la sangre desde la muñeca de una
persona crucificada. Para conocer la respuesta, le pidió a Luigi Garlaschelli
de la Universidad de Pavia, Italia, asumir diferentes posturas de crucifixión
mientras que una cánula goteando sangre era sujetada a su muñeca. El resultado
obtenido es que las marcas del Santo Sudario corresponden efectivamente a una
crucifixión, pero sólo si los brazos del crucificado estaban puestos sobre la
cabeza formando una “Y” con el resto del cuerpo; algo que se opone a la clásica
representación artística en forma de “T”. “Debió ser una posición muy dolorosa
capaz de crear una gran dificultad respiratoria”, dice Borrini. “Alguien
crucificado de esta forma podía morir asfixiado”. Ilustración explicativa.
Ilustración explicativa. Borrini agrega que posiciones similares fueron
utilizadas durante torturas medievales, pero en estos casos las víctimas eran
colgadas de una viga con sus manos atadas a ella mediante una soga.
La nueva
investigación confirma experimentos anteriores como los efectuados por Gilbert
Lavoie, un doctor de Massachusetts que sostenía la noción de la crucifixión en
forma de “Y” como la más acertada: “El flujo de la sangre es absolutamente
consistente con lo que se observa en el Sudario”, escribió Lavoie en su libro
Unlocking the Secrets of the Shroud. Algunos artistas como Jacob Jordaens
(izquierda) o Diego Velazquez (derecha) eligieron representar la escena de la
crucifixión con los brazos de Jesús sobre su cabeza. Algunos artistas como
Jacob Jordaens (izquierda) o Diego Velázquez (derecha) eligieron representar la
escena de la crucifixión con los brazos de Jesús sobre su cabeza. En el arte,
la mayoría de representaciones de la escena de la crucifixión muestran a Jesús
en la postura en forma de “T”, algo que sería incorrecto si tomamos en cuenta
lo que se observa en el Santo Sudario de Turín. Pero no todos los artistas
representaron al nazareno de la misma forma; por ejemplo, al igual que otros
pocos, el pintor flamenco Peter Paul Rubens representó a Jesús repetidamente
con sus brazos sobre su cabeza. Lienzo central del tríptico "La Elevación
de la Cruz" de Peter Paul Rubens. Lienzo central del tríptico “La
Elevación de la Cruz” de Peter Paul Rubens. En consecuencia, ¿es esta otra
evidencia a favor de la autenticidad del Sudario? ¿O acaso demuestra que su
perpetrador artístico tenía los conocimientos y habilidades suficientes para
crear los patrones de sangre correspondientes a una crucifixión real y no
“bíblica”?
www.mysteryplanet.com.
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