martes, 5 de mayo de 2015

Especial Misterio Estelar: El hijo del Dragón

Nuestra historia comienza en plena Edad Media, por aquel  entonces el mundo no era ni mucho menos como el que ahora conocemos, ya que las intrigas políticas, el pillaje, la barbarie estaban a la orden del día.
¡Como ahora! Pensaran nuestros amigos lectores; si, como ahora  pero diez veces más, ya que todo ello estaba aderezado con sangre mucha sangre y miedo un miedo atroz, básicamente regía la supremacía del más fuerte.
Hacía el 1431 nacía Vlad III un temible príncipe Valaco conocido como Vlad Țepeș, (el empalador); gobernante para historiadores, tirano sanguinario para aquellos que han manipulado su imagen según los intereses  políticos de su tiempo, o vampiro romántico para escritores y cineastas.
Pero que es lo que en verdad sabemos acerca de él, muchos conocen la leyenda, muchos conocen el mito pero pocos conocen la verdad; su leyenda perdura hasta nuestros días, ligada más a su personaje literario que al hombre que realmente fue.
En estas líneas intentaremos discernir como era realmente el hombre que se esconde tras el mito.
Nos encontramos ante un personaje bastante complejo que oscilaba entre la piedad y la crueldad, el espíritu  caballeresco y la traición, la agudeza política y la brutalidad, siendo al mismo tiempo verdugo y victima, fue objeto de la primera campaña de desprestigio en el que se utilizo la imprenta para llevarlo acabo.
Vlad Drăculea nació en Sighișoara (Transilvania) el 8 de Noviembre de 1431 convirtiéndose  en futuro príncipe de Valaquia. Hijo de Vlad Dracul (significa Dragón o Demonio, de donde viene el término Dràcula o Drăculea, que quiere decir “hijo de Dracul).

Dado que en la mitología Rumana no existían los dragones por analogía fonética de Drac (dragón en húngaro) pasó a ser conocido como Dracul que en rumano significa Diablo o demonio.
Dracul padre de Vlad perteneció a la Orden del Dragón  creada en 1428 por Segismundo de Luxemburgo Rey de Hungría y posteriormente emperador Germánico.
Fue una orden militar cristiana de caballeros, generalmente integrada por nobles y príncipes, que surgió en Hungría y Croacia a finales de la Edad Media.
Según una copia que se conserva de sus estatutos la orden estaba obligada a defender  a la Santa Cruz y a luchar contra los enemigos de la cristiandad.
En aquella época Valaquia estaba entre 2 fuegos: los Turcos y los Húngaros y la pequeña región tenia que aliarse con alguien o ser absorbida.
Vlad II opto por aliarse al Imperio Otomano ya que era una potencia fuerte, por esto como acto de alianza entre ambos imperios  Vlad II se vio obligado a enviar a sus 2 hijos (Vlad III y a su hermano menor Radu “el Hermoso”) como rehenes al Sultán Murath como acto de buena fe y sumisión.
Abandonados en un mundo completamente desconocido para ellos, tanto para Vlad un joven adolescente de 13 años en aquella época,  como para su hermano menor Radu no resulto ser bastante fácil ya que su situación era delicada y potencialmente peligrosa las vidas de Vlad y su hermano dependían de la fidelidad de su padre Vlad Dracul a su alianza con los Otomanos.
Durante su cautiverio los dos hermanos fueron educados en lógica, el Corán y el lenguaje turco. También fueron adiestrados en las artes de la guerra y se les enseñó a montar a caballo; con el propósito de evitar una nueva traición por parte del padre de Vlad.
Una vez obtenido el apoyo de los Turcos, Vlad II Dracul regresó a Valaquia, para recuperar su trono, que le había sido usurpado por los húngaros.
Mircea II, el hermano mayor de Vlad III, no estaba satisfecho con la alianza de su padre con los Turcos. En 1445 reconquistó la fortaleza valaca de Giurgiu, ejecutando a sus prisioneros Otomanos. Vlad II Dracul desconocía las intenciones de su hijo y les devolvió la fortaleza, pero la alianza entre Valaquia y el Imperio Otomano era inestable.
Mientras tanto, los muchachos se vieron en una postura comprometida en el momento en el que su padre se negó a pagar el tributo al Sultán; declarando así la guerra al imperio Otomano.
Esta traición enseño a Vlad Drăculea que la vida no valía gran cosa, ya que su mismo padre le había sentenciado casi a muerte al no pagar los tributos; fue encarcelado, torturado e incluso violado por sus guardias, forjando así su sombría personalidad.
En noviembre de 1447 Juan Hunyadi (en Rumano Ioan de Hunedoara), invadió Valaquia al mando de un ejército Húngaro, debido a la alianza de Vlad Dracul con los Otomanos. Mircea II fue capturado por los boyardos (los nobles de la región) y mercaderes de Târgoviște, le quemaron los ojos con un hierro al rojo y  fue enterrado vivo mientras que su padre fue asesinado mientras huía.
Mientras tanto los Húngaros apoyaron la subida al trono de un príncipe de la familia Donesti (rival de la familia de Vlad).
Vlad Drăculea decidió ponerse a favor del Imperio Otomano para así poder recuperar su trono, ya que tras la muerte de su padre y su hermano se convirtió en el cabeza de familia. Gracias a los turcos que le proporcionaron  un pequeño ejército consiguió recuperar el trono; aún que su reinado fue bastante cortó ya que los Húngaros regresaron por sorpresa con más soldados enviando a Vlad al exilio en Moldavia.
En 1456 consiguió recuperar el trono y reinar bajo el nombre de Vlad III. Una vez en el trono lo primero que hizo fue ir a por los boyardos ya que ellos fueron los asesinos de su familia.
Vlad tenía un fuerte sentido del deber, odiaba las injusticias y en ese momento estaba preso de ira y venganza, además tenía que eliminar amenazas, ya que su reinado se podía ver una vez más comprometido y eso no lo podía volver a permitir.
Para los codiciosos boyardos la codicia era una fuerza mayor a cualquier ejercito, pero él aprendió en el cautiverio en su infancia  que hay una fuerza aún mucho mayor a la codicia, y esa era el Miedo.
Vlad consiguió llevar acabo su venganza el día de Pascua de 1459 invito a los boyardos a una gran cena, pidiéndoles a estos que se pusieran sus mejores galas, ya que iba a ser una noche muy especial.
Mientras cenaban Vlad les hizo una pregunta muy sencilla ¿Cuántos voivodas (príncipes) habían tenido hasta el momento? Los boyardos se quedaron extrañados y no supieron que contestar, ya que habían sido tantos que perdieron la cuenta hacia tiempo; esta respuesta fue la confesión que el príncipe estaba esperando y fue suficiente para sentenciarlos ya que eran los mismos boyardos los que asesinaban a los voivodas según les conviniera o la situación política lo requería.
En ese mismo momento el Príncipe mando entra a la guardia y empalar allí mismo a los boyardos mas viejos, dejando a los más jóvenes para su nuevo plan, les obligo a ir desde  Târgovişte hasta un castillo en ruinas que había en un monte cercano al río Argeş; obligándoles a reconstruir el castillo de Poenari; convirtiendo así el castillo en su principal baluarte. Los lujosos ropajes de los jóvenes boyardos con los días y el duro trabajo pronto se convirtieron en harapos y poco a poco fueron muriendo de cansancio y de agotamiento, ante el deleite de Vlad.

Drăculea redujo el rol económico de la nobleza, fue despiadado tanto con comerciantes que no querían tratos con el, como con las ciudades que no aceptaban pagarle el tributo, se realizaban ejecuciones tanto a mujeres hombres y niños por empalamiento.
Un día un comerciante Florentino se presento en su castillo para denunciar que le habían robado una bolsa de monedas de oro. El príncipe le dijo que volviera al día siguiente.        Cuando el mercader volvió al día siguiente tanto los ladrones como los miembros de su familia se encontraban empalados en el patio del castillo; frente a ellos, Vlad le devolvió la bolsa robada. Entonces Vlad le pidió al comerciante que contara las monedas de la bolsa para comprobar si faltaba alguna.                                                               El aterrorizado extranjero las contó cuidadosamente y probablemente demasiado asustado como para mentir musito finalmente:
-Sobra una.
A lo que Vlad contesto:
-Tu honradez te ha salvado, si hubieras intentado quedártela habrías acabado en la estaca más alta; junto con estos.
Con todo esto inicio su carrera de brutales masacres en las que se le atribuye entre 40.000 y 100.000 personas entre 1456 y 1462 por lo que se le comenzó a conocer por el apodo de “Țepeș” que en rumano significa “empalador”.
Con el tiempo se fue alejando de los Turcos hasta que al final renuncio a pagarles tributo. Un día se presentaron ante el unos emisarios del Sultán procedentes de Estambul. Estos iban ataviados con sus ropas tradicionales, entre ellas el turbante. Vlad les pregunto por que no  le mostraban respeto descubriéndose la cabeza  ante el; a lo que los emisarios respondieron que no era costumbre en su país. Vlad ofendido decidió reforzar sus costumbres,  hizo llamar a la guardia y les ordeno que les clavaran el turbante al cráneo con un clavo, así nunca más se podrían volver a quitar el turbante; hizo que las cabezas llegaran al Sultán como símbolo de que no se doblegaría ante nadie. Creando así una nueva alianza con los Húngaros.
Todas estas acciones se vieron intensificadas ante una naciente imprenta, que se encargo mediante panfletos distribuidos por todas los reinos de dar propaganda de todas sus atrocidades, convirtiéndolo en un monstruo, un ser sanguinario más conocido por sus torturas y empalamientos que por lo que hizo en realidad, persiguiéndole esa fama hasta nuestros días.

La actual Rumania estaba entonces dividida en 3 partes, la zona sur del actual país es lo que se conocía por Valaquia, al norte estaba Moldavia y la tercera seria Transilvania (el país mas allá del bosque) siendo esté el único ariete del resto de Europa contra los turcos, siendo el único baluarte de defensa de toda Europa, dando así protección a los Balcanes. Vlad quiso proteger a su pueblo por lo que lucho valientemente contra los turcos, convirtiéndose así en un héroe nacional y en un gobernador muy querido y respetado por el pueblo pese a su brutalidad.
Fue uno de los primeros en utilizar la guerra biológica contra sus enemigos ya que utilizo a los enfermos más contagiosos tanto de peste tuberculosis y demás enfermedades contagiosas de su reino para infiltrarse entre las líneas enemigas ayudándose así de causar el mayor numero de bajas posible.
Tanto musulmanes como cristianos lo tenían por maldito, ya que defendía lo que le convenía en cada momento. Hacia empalar a todo aquel que se revelara contra el, tal era el miedo y respeto que causaba que puso en una fuente de la plaza de la capital de Valaquia, Târgovişte, una copa de oro, para que todo el mundo bebiera de ella, pero aquel que la robara se sometería a la justicia del príncipe. Durante los años de su reinado nadie oso robar la copa de oro; incluso tras su muerte la copa siguió durante un largo periodo en la fuente, debido al temor que había infundido Vlad en los habitantes.
Una vez que resolvió los conflictos internos, Vlad se alió con los Húngaros especialmente con Matías Corvino y lanzo una serie de campañas contra losTturcos.
En 1461 libro una de sus batallas mas famosas, el sultán turco Mehmed II le tendió una trampa; envío a un embajador con la excusa de “tratar un problema fronterizo” en el lugar de la cita esperaba un destacamento, Vlad fingió caer en la trampa, pero a su vez, llevó consigo a un numeroso ejercito de caballería que derroto a los turcos con relativa facilidad.
Vlad sabia lo que hacia en todo momento, era un gran estratega por lo que en la guerra psicológica no había quien lo ganara.
Mehmed II un hombre considerado tambien de los más sanguinarios que había en el momento pretendió invadir  Târgovişte pero lo que se encontró en las lindes de la ciudad le horrorizo enfermando ante el panorama que allí se encontró; ante sus atónitos ojos se brindaba la visión de un bosque de empalados; era  un valle, en el cual se habían talado todos los árboles para obtener estacas, estacas suficientes como para empalar a más de 23000 prisioneros, tanto Turcos como Húngaros , Búlgaros, colonos Alemanes repartidos por todo el valle en lo alto de los palos, pudriéndose  y con los intestinos desparramándose sobre la estaca ante los atónitos ojos de l Sultán; regresando así de inmediato aterrado a Estambul pensando que eso solo podía ser obra del mismísimo Diablo.


Animado por estos éxitos Vlad cruzo el Danubio y penetro en territorio Otomano, donde derroto a las tropas turcas. Fue tal el terror desatado entre los Turcos  por estas inclusiones que buena parte de la población musulmana de Estambul abandonó la ciudad por miedo a que fuera conquistada por Vlad.
Mehmed II enfurecido por el avance de los valacos atacó con un ejército de 150.000 hombres y una flota que ascendió por el Danubio.
Vlad solo contaba con unos 20.000 hombres por lo que no pudo evitar que los Turcos ocuparan la capital de Târgovişte, por lo que se sirvió de estrategias como la guerra de guerrillas y la tierra quemada para enfrentarse a los Otomanos, además de diversos ataques Vlad y sus hombres se disfrazaron  con ropas turcas y se infiltraron entre sus tropas con el fin de asesinar al Sultán. Los  Turcos se retiraron al fracasar en el asedio de la fortaleza de Chilia, con sus tropas diezmadas por la peste, dejando a Radu el Hermoso (hermano de Vlad, que tras su cautiverio se convirtió al Islam). El ejercito turco dirigido por Radu rodeo la fortaleza de Poenari donde se abría refugiado el Príncipe Valaco; fue gracias a un arquero fiel a Drăculea, quien les aviso lanzando una flecha con un mensaje que decía que las tropas turcas se acercaban. La princesa Cnaejna al leer el mensaje se arrojo desde la torre al río Argeş para evitar ser apresada ya que prefería que su cuerpo se pudriera y fuese comido por los peces del Argeş antes que ser prisionera de los Turcos; desde entonces al río se le conoce como Râul Doamnei (el Río de la Dama).
Cuenta la leyenda que Vlad consiguió escapar cambiando las herraduras del caballo y montándolas al revés así consiguió engañar a sus perseguidores.
Radu tomó posesión del Trono y actuó como títere de losTturcos.
Esta seria la ultima gran batalla de Vlad que debido a unas intrigas y a unos documentos falsificados por parte de  su hermano Radu que involucraban a Vlad como traidor y aliado de los Turcos  le fueron entregados a Matías Corvino que atrapo y recluyo a Vlad en una prisión; pasados 12 años Corvino se dio cuenta del engaño al que había sido sometido y lo dejo libre.
En cuanto se hizo con un pequeño ejercito se lanzo a recuperar el Trono pero esta vez no le duro mucho tiempo ya que a los pocos días fue capturado en una emboscada en la que les superaban en numero, murió no sin antes haberse llevado consigo a unos cuantos soldados, su guardia personal tambien pereció en la batalla apenas pudieron sobrevivir unos 10 soldados. Tras su muerte su cabeza fue llevada como trofeo a Estambul para que todo el mundo viese que habían vencido al Príncipe Valaco.

Fue enterrado en el monasterio en la isla de Snagov en una tumba junto el altar, aunque en su interior solo se han hallado los restos de un caballo; quizás los monjes no querían que los restos de un personaje que fue considerado el mismísimo diablo fuese enterrado en el lugar mas sagrado del lago; o quien sabe… quizás viva eternamente entre nosotros, como nos cuenta la leyenda gracias a la obra que realizo Bram Stoker.
Lo que no cabe ninguna duda es que la obra literaria Dràcula, convirtió a este personaje que fue Vlad, en un ser atemporal, conocido por todos y siendo junto a la Sagrada Biblia uno de los libros más vendidos de todos los tiempos.
Aún que lo que muy pocos saben es que Stoker jamás estuvo en Transilvania que fue Arminius Vàmbèry un erudito húngaro y amigo de Stoker el que le contó acerca de de lo que esconde el país de más allá del bosque de la magia que lo envuelve sus costumbres y sobre todo de este mítico personaje que fue Vlad.


Nuria Desvaux 
Misterio Estelar 2014

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