Ella siempre ha querido adoptar uno, pero lastimosamente, hay
muchos requisitos para poder hacer eso, y Amalia no cumplia con todos
ellos, aun asi no abandona la esperanza de que alguna vez pueda cumplir
su sueño, y tener un niño en casa.
Un dia regresando del orfanato, decidio tomar un atajo, para llegar
mas rapido a casa, tomo por un sendero poco transitado, pero parecia
muy seguro, mientras caminaba, le parecio ver algo tirado en el camino, a
lo lejos parecia ser una especie de cuaderno, Amalia, lo levanto del
suelo, el cuaderno parecia ser muy viejo, y estaba algo descuidado,
aparentaba tener algun tiempo alli tirado, Amalia enseguida se dio
cuenta de que se trataba de un cuaderno perteneciente a un niño, ya que
estaba lleno de dibujitos de colores, arboles y personas, Amalia penso
que tal vez se el dueño pudiera ser algun niño del orfanato, asi que se
lo llevo a su casa, para preguntar al dia siguiente.
Al llegar a casa, estando sola como siempre, Amalia se sento en su
sillon preferido, y empezo a leer un libro como hacia todas las noches,
pero al cabo de un rato, dejo el libro de lado, y le entro curiosidad
por examinar el curioso cuaderno que habia encontrado, encendio su
lampara de mesa y comenzo a verlo, para su sorpresa, en el cuaderno solo
habian dibujos, no habian palabras, pero si tenian algo que parecian
ser fechas, de cuando los dibujos fueron hechos, pero no los dias, mas
bien eran los años, en que fueron dibujados.
El
primer dibujo, tenia un cero como fecha, en la parte de arriba de la
hoja, y era un arbol muy grande, con dos personas que lo observan, y una
serpiente que los observa a ellos, esto le recordo a Amelia el jardin
del Eden, esto la intrigo, y continuo revisando, a medida que avanzaba,
los años tambien lo hacian en las paginas, pero los dibujos solo
trataban de grandes horrores en la humanidad, las guerras, los grandes
genocidios, tambien dibujos de asesinos en serie, personas
descuartizadas, todos los dibujos, aunque estaban hechos por un niño,
mostraban la gran maldad que ha existido en el mundo desde que fue
creado. Amalia estaba aterrorizada, como era posible que un niño tuviera
todo eso en su mente, y con tanta exactitud, casi como si lo hubiera
vivido el mismo, Amalia tambien se dio cuenta, que en cada dibujo habia
un pequeño observando todos esos acontecimientos atraves de la historia,
aquel niño era dibujado sonriendo, como si le hiciera feliz todo eso,
como si el lo hubiera provocado.
Avanzando mas en el cuaderno Amelia tuvo el impulso de dejar de
verlo, ya que era demasiado perturbador, pero aun asi continuo, y
empezaron a apareces, simbolos extraños, cruces, cosas del mundo
espiritual, cosas que no parecian buenas, este niño parecia ser algun
tipo de anticristo, o alguien muy maligno, que ha estado desde siempre
observando a la humanidad, pero lo mas escalofriante era que a medida
que se acercaba al tiempo actual, aparecian dibujos del apocalipsis, de
las personas sufriendo, de demonios caminando entre nosotros, y en una
pagina, un dibujo donde se veian millones de personas arrodilladas en el
suelo, y en la cima, estaba este niño, siendo adorado.
Amalia tiro el cuaderno al suelo, porque ya no soportaba seguir
viendo todo eso, corrio a su habitacion y empezo a rezar, muy asustada,
sintio que alguien o algo la observaba, miro hacia la ventana y vio una
pequeña silueta que desaparecio enseguida, lentamente Amalia se acerco a
la ventana que daba hacia el patio de su casa, y al hacerlo vio con
terror la silueta de un hombre muy alto, con brazos largos y delgados,
pero cubierto por una tunica negra, Amalia cayo de espaldas al suelo al
verlo, pensando que se trataba de lo peor que podia ver en su vida,
intento ponerse de pie y salir corriendo de la casa, pero en ese momento
todas las luces se apagaron, quedando todo a oscuras, pero tambien en
ese momento de horror para Amelia, escucho que alguien o algo, toco a su
puerta.
Amelia, temblando se puso de pie, tomo su linterna, y lentamente
camino hacia la puerta, para ver quien la estaba buscando, despacio
abrio la puerta, y quedo petrificada, al ver la silueta del hombre que
vio en el patio de su casa, solo que estaba un poco alejado, pero unos
pequeños pasos la hicieron dejar de mirar al hombre y bajar la mirada,
alli en la entrada de su casa, con toda la oscuridad de la noche, un
pequeño niño la miraba fijo, y sonriendo macabramente, le dijo con una
vocecita:
Señora Amelia, por favor, me devuelve mi cuaderno?…es que mi padre me esta esperando!
Autor: ECEBA
Fuente: http://miscuentosdeterror.com/el-cuaderno-del-nino/
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