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miércoles, 12 de junio de 2013

Un Demonio atormenta a una familia en Estados Unidos

Más de la mitad de las personas en todo el mundo creen en la existencia de fantasmas, entes, espectros o fenómenos paranormales en general. Una parte de estos han informado alguna vez sobre sentimientos y experiencias personales como sentirse observados, o incluso sentirse perseguidos y repudiados en su propia casa. Otras sensaciones descritas es, por ejemplo, entrar en pánico debido a una presencia invisible en una habitación. Pero en otros casos, van mucho más allá de las sensaciones, como el caso de la viuda de un famoso bombero en el Bronx, Nueva York, que falleció en el fatídico incendio conocido como el “Domingo Negro” el 23 de enero de 2005, quien afirma que están siendo atormentados por un demonio después de trasladarse con sus dos hijas a su nueva casa en Long Island en 2006.
Los medios de comunicación nacionales se han hecho eco de la terrible historia de la familia Meyran, que tuvieron que huir de su antigua casa en Malverne para escapar de los recuerdos dolorosos y de la atención de los medios de comunicación poco después del fallecimiento del cabeza de familia, el teniente Curtis Meyran.
Después de trasladarse a su nueva casa, la esposa de Curtis, Jeanette Meyran de 53 años, dijo recientemente que tenían un sentimiento espeluznante en el bungalow de dos pisos, que se encuentra ubicado en los bosques del condado de Suffolk, en St. James. En principio, se pensó que era una sensación de inseguridad, lo que hizo que los amigos de su esposo se ofrecieran a solucionar el problema. Un unos días después, los amigos instalaron un conjunto de cámaras de seguridad en el hogar además de incorporar un completo sistema de seguridad, lo que ayudó a Jeanette a sentirse más segura con sus dos hijas pequeñas.

Pero por desgracia, los peores temores se hicieron realidad. En 2006, una noche los sistemas de seguridad alertaron de presencias alrededor de su vivienda. Jeanette rápidamente su puso delante de los monitores de las cámaras y pudo observar a varios hombres encapuchados que se encontraban en su patio trasero, pero lo sorprendente era que las siluetas eran “transparentes”:
“Ellos eran transparentes, al igual que los contornos de las personas. Era salvaje… No me lo podía creer, me eché agua en la cara”, dijo Jeanette a los medios de comunicación.
Pero esos solo fue el principio de la pesadilla, sus hijas también comenzaron a ver misteriosas siluetas por toda la casa. Angela, ahora de 18 años, y Danine de 15, por las noches escuchaban extraños susurros y fuertes estruendos provenientes del interior de las paredes de sus habitaciones. Jeanette al no saber qué hacer, explicó lo que estaba sucediendo a sus amigos los bomberos, quienes en una investigación a fondo por toda la casa descubrieron una gran estrella de cinco puntas en el sótano, junto con huesos de animales y dientes humanos. También encontraron un inquietante diario escrito a partir de 1927, por una joven llamada Christina. En él se detallaban los abusos sexuales en la que se encontraba sometida por parte su padre, que pertenecía a una secta la cual realizaba sacrificios con animales y con personas. Una parte del diario decía:
“Él me hizo sangrar de igual manera que hacia sangra a los animales.”

Una de las situaciones más aterradoras que sufrió la familia Meyran fue cuando Jeanette regresó a su casa, encontrando todo por los suelos. Las puertas de los armarios estaban abiertas, las ollas y las sartenes estaban esparcidas por el suelo de la cocina. Su hija Angela se encontraba acurrucada en su habitación, aterrada de miedo y llorando. Ella dijo que todo comenzó a “volar” por toda la cocina. En 2008, Jeanette ya no podía soportar más la situación, así que se puso en contacto con un sacerdote, quien después de investigar todos los habitáculos de la casa, trajo botellas de agua bendita para realizar un ritual cristiano de limpieza espiritual, pero no funcionó.
En 2009, la pequeña Angela estaba sentada en un columpio en el patio de atrás cuando sintió que una fuerza la empujo desde atrás y la tiró del columpio, rompiéndose el tobillo. Angela también fue testigo de una misteriosa figura que apareció en el espejo de su dormitorio:
“Media dos metros y medio, tenía cuernos y una cola, se inclinó y salió del espejo. Vi sus garras, caminó hacia mí. Olía a podrido, a carne muerta.”
Después de todos estos episodios, Jeanette contrató a un parapsicólogo y a una psíquica para que se deshiciesen de los espíritus que se encontraba en su casa. El investigador dijo que el sótano era un acceso para el mal, y que con las remodelaciones en la casa habían molestado a un demonio que se encontraba en el sótano, que había sido llamado mediante los rituales que la secta realizaba en la propia casa. El parapsicólogo y la psíquica realizaron varios rituales de limpieza mediante salvia y sal kosher (sal pura y sin añadidos químicos) por toda la casa, obligando al demonio que saliera de la vida y de la casa de los Meyran
Según los Meyran, funcionó. Jeanette explicó que el espíritu o demonio ya no les ha vuelto a perseguir desde entonces, pero la familia ya no ha vuelto a entrar en el sótano por la noche. Siguiendo las indicaciones del parapsicólogo y la psíquica, limpian energéticamente la casa cada tres meses. Jeanette afirma que aparte de la ayuda de los expertos en ocultismo, contaron con la ayuda del espíritu de su marido Curtis, que sintió que les protegía desde el más allá. Ahora Angela y Danine dicen que a veces ven el fantasma de su padre, que les protege:
“En ocasiones veo a mi padre caminando por los pasillos, cuidando de nosotras. Siento la paz que emite mi padre, es bueno saber que nos está protegiendo”, dijo Angela.

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