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domingo, 16 de junio de 2013

Una supertormenta solar dejará en la oscuridad a Estados Unidos y Europa durante meses

Un informe realizado por unos investigadores de la conocida aseguradora Lloyd de Londres y el equipo de Investigación de la Atmósfera y el Medio Ambiente (AER) en los Estados Unidos, detalla un escenario de un apocalíptico solar que dejaría a países como Estados Unidos y Europa en la oscuridad durante varios meses, posiblemente años, entre este 2013 y el año 2015. Este controvertido informe se ha realizado después de las últimas potentes tormentas solares que han afectado a la Tierra, ya que el sol está llegando a su punto más crítico pudiendo acabar en un desastre de dimensiones inimaginables, especialmente para la obsoleta red eléctrica de Estados Unidos y de Europa.
Una supertormenta solar se produce cuando los campos magnéticos de las manchas solares liberan una gran cantidad de energía. Estas ráfagas de “plasma”, un gas sobrecalentado y eléctricamente cargado, entran en el propio campo magnético de la Tierra y, finalmente, interrumpen las redes dependientes de la electricidad terrestre. Estas enormes oleadas de electricidad fluyen de forma inesperada en las líneas telefónicas, las redes de transporte eléctrico, resultando en apagones generalizados. Según el informe, el coste total de este escenario apocalíptico en Europa y Estados Unidos se estima en 1.9 billones de euros por un período de auténtica oscuridad de cinco meses. Los expertos afirman que este evento catastrófico ya tendría que haber ocurrido en la Tierra, que normalmente se espera que cada 150 años.
“Los registros históricos sugieren que las supertormentas solares tienen lugar en un período de 150 años… las llamadas tormentas extremas. Se prevé que el riesgo de esta gran tormenta geomagnética pueda ocurrir a principios de 2015”, dice el informe.

Como hemos comentado en muchas ocasiones, los registros sobre las manchas solares y la extrema actividad magnética en la superficie del sol se remonta a 1775. Esta fecha es considerada como el comienzo de la primera vez que se registraron los “ciclos solares” de 11 años de la Tierra. En la actualidad, la Tierra se está acercando al pico del ciclo 24. El modelo utilizado para trazar los efectos de una tormenta solar extrema es el del conocido Evento Carrington de 1859.
En agosto de ese año, una tormenta solar destruyó las líneas del telégrafo en Estados Unidos y Europa, afectando a los propios operadores debido a las descargas eléctricas y la desactivación de la red telegráfica de Australia y Asia durante dos días. Sin embargo, no tuvo una gran repercusión, ya que los países occidentales no dependían de la electricidad. Pero con el avance de la tecnología y nuestra dependencia a las estructuras eléctricas, la duración de estas interrupciones dependerá en gran medida de la disponibilidad de recambios de componentes en los transformadores. Neil Smith, responsable de la investigación de Lloyd en Londres, explicó:
“Son muy limitados en cuanto al número de sustituciones y la fabricación de nuevos transformadores, que toma un largo período de tiempo, hasta casi dos años. La construcción y el transporte es un gran trabajo. Esto podría llevar semanas, incluso años, en el caso de una gran tormenta”, dijo a los medios de comunicación.

Según los expertos, este escenario apocalíptico llevaría al malestar social generalizado, que podría desencadenar en revoluciones por los recursos. En el caso de una gran tormenta solar, los sistemas del control de la trayectoria de vuelo en los aviones se detendrían, y tendrían que aterrizar todos los aviones. Los satélites que “alimentan” a las redes de telecomunicaciones del mundo se caerían, y los pacientes en los hospitales que dependen de equipos eléctricos estarían en grave riesgo. Y aunque los gobiernos poseen algunos transformadores de reserva, no son suficientes para un evento tipo Carrington.
Las zonas más afectadas serían las costas en los Estados Unidos, Gran Bretaña y parte de Europa, dependiendo de la dirección solar. En los Estados Unidos esto incluiría a la ciudad de Nueva York, Washington D. C. y zonas de la costa del Golfo. Pero los expertos no han sido capaces de determinar las zonas en peligro de Europa. Pero si la Tierra es “golpeada” con una gran tormenta solar, los avances tecnológicos tendrían un retroceso de uno o dos siglos, que aparte de lo comentado anteriormente las fábricas, oleoductos, plantas de aguas residuales, suministro de agua y la economía se vería gravemente resentida. Pero lo peor sería que la moralidad y la humanidad tal como la conocemos desaparecería.

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