visitas

sábado, 25 de mayo de 2013

La verdadera historia de la película “El Exorcista”

¿Quién no ha visto alguna vez la película de 1973 “El Exorcista”, una de las películas más populares y reconocidas del cine terror? Con el paso del tiempo “El Exorcista” dirigida por William Friedkin ha sido alabada por los críticos más famosos y todavía hoy en día es considerada c...omo una de las películas más aterradoras jamás creada. La película está basada en el libro con el mismo nombre escrito por el célebre autor William Peter Blatty, donde el miedo es el protagonista, un miedo que ha sido explotado desde la época de los poetas Dante y Homero, el miedo a la muerte, y más particularmente, el miedo al propio infierno. Muchos reconocidos exorcistas han mencionado alguna vez la novela de ficción de Blatty, pero la novela se basó en un caso real, el exorcismo de Robbie Mannheim.

Robbie Mannheim es el seudónimo de un niño de 14 años de edad que vivía con su familia en Maryland, Estados Unidos, y que fue supuestamente poseído por un demonio en la década de 1940. El historiador Thomas B. Allen, quien escribió sobre el exorcismo de Mannheim, fue quien acuño el seudónimo, porque los testigos de la posesión real guardaban la verdadera identidad del chico. Se dice que Mannheim no recordó su supuesta posesión demoníaca y personas cercanas a él querían que continuara siendo así. Pero la historia sólo se conoce a través de otros testigos, más de 40 personas confirmaron haber presenciado la verdadera posesión de Mannheim.
Al igual que en la película “El Exorcista”, la actividad en la casa de los Mannheim comienza con lo que muchos consideran la actividad paranormal común, como misteriosos golpes en la noche. La familia Mannheim experimentó incidentes menores similares, con el sonido de gotas de agua que no tenía ninguna fuente de origen. Luego los sonidos se convirtieron en arañazos y extraños pasos que la misma familia decía que eran de ratas. El padre de Robbie llegó incluso a romper parte de las paredes y del entarimado para dar caza a los roedores, pero no encontró ninguna rata. Esto se prolongó durante bastante tiempo, sin que aumentaran las extrañas actividades. Robbie Mannheim era hijo único, quien tenía un trato muy especial con su tía Harriet, una espiritista cristiana, le enseñó a Robbie cómo utilizar un tablero Ouija. Según la propia familia, Robbie un día esperaba la visita de su tía, que era la mejor amiga del chico, pero trágicamente su tía Harriet murió, sintiendo que perdió todo lo que tenía. Mediante las enseñanzas de su tía Harriet, Robbie utilizó el tablero Ouija para contactar con su ser más querido. Muchos espiritistas afirman que mediante la mala manipulación del tablero Ouija se abrió una puerta a lo desconocido, dando paso a los demonios del inframundo.

Fue en ese momento cuando la actividad paranormal en la casa de los Mannheim aumentó considerablemente. La actividad poltergiest parecía seguir a Robbie, los muebles de la casa se deslizaban empujados por una misteriosa fuerza oculta por el suelo. Hubo un incidente en particular que le pasó a Robbie en la escuela, donde los compañeros de clase fueron testigos. Su escritorio repentinamente se deslizó por el suelo temblando violentamente y golpeando contra los estudiantes que estaban cerca del escritorio. A partir de ese momento Robbie comenzó a exhibir un comportamiento que era inusual él, gritando obscenidades en una voz que aparentemente no era la suya, además de mostrar una violencia física hacia sus padres. Los padres de Robbie intentaron encontrar una respuesta en la ciencia, pero los médicos y psicólogos no daban ninguna explicación para el comportamiento de Robbie. Después de no encontrar las respuestas a su extraño comportamiento, su familia decidió dirigirse a la iglesia local en busca de ayuda.
El Reverendo Luther Miles Schulze pasó la noche en la casa de los Mannheim para tratar de observar algo inusual por sí mismo. El propio Schulze afirmó haber visto la cama temblar misteriosamente por si sola, mientras que el chico dormía tranquilamente. Al parecer oyó golpes y arañazos en las paredes de la habitación de Robbie. Afirmó que los muebles y las mantas se movían violentamente por toda la habitación, como si una fuerza invisible estuviera tirando de ellas. El Reverendo Schulze llegó a la conclusión de que no era un problema del propio niño, llevando a cabo lo que sería el primero de muchos exorcismos. Schulze comenzó con un rito de exorcismo luterano, pero no tuvo éxito. A continuación, se sometió al exorcismo Anglicana, que tampoco funcionó. Ante la incapacidad del Reverendo Schulze para ayudar al chico, la familia fue remitida al Reverendo Edward Hughes, un sacerdote católico romano. Hughes observó el comportamiento violento y vulgar del niño llegando a la conclusión de que era necesario un potente exorcismo. El exorcismo se llevó a cabo en el Hospital de la Universidad de Georgetown en Maryland. Hughes llevó a cabo la ceremonia, pero el rito se detuvo cuando Robbie infligió una enorme herida en Hughes que requirió de atención médica. Después de este último ritual la familia regresó a su casa con la esperanza de que las cosas habrían terminado, pero el extraño comportamiento de Robbie empeoró. Una noche, mientras la familia dormía, Robbie comenzó a gritar y a maldecir. Los padres de Robbie se apresuraron a su lado y descubrieron que la palabra “St. Louis” había sido escrita en el pecho de Robbie. St. Louis es la ciudad en la que su tía Harriet había muerto e inmediata la familia preparó un viaje a la ciudad.
Al llegar a St. Louis, la familia se puso en contacto con el Reverendo Raymond J. Bishop, que fue profesor en la Universidad de St. Louis. A su vez el Reverendo Bishop se puso en contacto con el Reverendo William S. Bowdern, quienes empezaron a observar a Robbie. Se dieron cuenta de que Robbie despreciaba todo lo que tenía una connotación religiosa, ya que cuando se le enseñaba cruces religiosas o agua bendita parecía tener un comportamiento violento. Solía hablar con una voz demoníaca en idiomas que era imposible que conociera, y dada la gravedad de la situación el Reverendo Bowdern consiguió el permiso del arzobispado para realizar otro exorcismo al niño. Este exorcismo iba a tener lugar en el quinto piso del hospital Alexian Brothers, Illinois.

El Reverendo Walter Halloran y el Reverendo William Van Roo eran los ayudantes de Bowdern en el exorcismo de Robbie. Durante el exorcismo, Robbie se volvió especialmente violento, escupiendo en los rostros de los religiosos y gritando obscenidades. Según describieron los testigos, un frasco de agua bendita salió volando por la habitación y se estrelló contra una pared. Las palabras como “infierno” y “el mal” aparecieron en el pecho de Robbie, grabadas en su propia carne. El ritual se realizó 30 veces antes de que Robbie pronunciara las palabras “Christus, Domini”, que significa “Cristo, el Señor”. Entonces hubo un gran estruendo después de que los religiosos afirmaran que se había acabado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario