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domingo, 9 de junio de 2013

Los Relatos De Misterio Estelar

ME LLAMO CARLA:

Mi nombre es Carla, y después de muchos curriculums y entrevistas en empresas, hoy comienzo a trabajar en una Residencia de Ancianos.
Llevaba mas de 4 meses sin trabajar, por lo que aunque no sea lo que yo buscaba, me tendré que conformar y aceptar este trabajo.

He estudiado enfermería, y saque un titulo de Gerocultora, por lo que aunque no sea lo que me gusta, me sabre defender en este puesto.

Me ofrecen el turno de noche, y voy cubriendo una baja de una chica joven que al parecer esta con depresión debido al desempeño de ese trabajo.
Hombre es duro ver en que nos convertimos cuando llegamos a ciertas edades, y las facultades mentales o físicas no son las que eran, pero hasta el punto de caer en depresión no se yo.

A las 21:30 he quedado con la supervisora en el centro, ya que me va a presentar a mis compañeras y explicarme un poco los últimos detalles para que este todo bien.
He estado ayer viendo como se trabaja pero apenas una hora.

Los nervios de llegar tarde, me hacen estar en la residencia a las 20:45 por si acaso surge algo ya que no me gustaría llegar tarde mi primer día de trabajo.
Aprovecho que la CAFETERIA esta abierta y me tomo un refresco de cola.

El camarero me da un poco de conversación, pero poco ya que esta recogiendo por que cierra a las 21.00 y la verdad se le ve con ganas de irse ya de allí.

Una vez tomado el refresco, me salgo a la entrada principal a esperar que la supervisora me reciba.

Puntualidad increíble, las 21:30 y la supervisora llega hasta donde yo estoy, y después de saludarme me guía hasta el vestuario para que me vaya cambiando.

En lo que me estoy cambiando aparecen dos chicas jóvenes, que resultan ser mis compañeras, así que allí mismo nos presentamos y charlamos un poco.

Una vez fuera ya subimos a las plantas.
Carmen estará en la primera planta, Nuria en la segunda y a mí de momento me dejan la planta más pequeña que es la tercera.
Por si hubiera algún problema las tres estamos provistas de un teléfono así que ante cualquier cosilla estamos comunicadas.

Las primeras horas están siendo un poco movidas, ya que estamos en verano y los abuelos aun no se quieren ir a dormir, cosa que por otro lado veo lógico.

La verdad que transcurrió todo relativamente rápido, y sobre las 2 de la madrugada pude tener mi primer momento de relax.
Me dispuse a comer un pequeño bollito de chocolate que había llevado y pegarle un buen trago a la botella de agua, antes de quedarme seca.
A estas alturas ya había recibido una llamada de cada compañera para saber si todo marchaba bien.

Estaba a punto ya de acabar el bollo, cuando el sonido de unos pasos me hizo asomarme al pasillo, y ante mi apareció una señora mayor en camisón, que me llamo mucho la atención por que tenia un color muy pálido.

Me ofrecí a ayudarla en lo que se la ofreciera, a lo cual me contesto que no necesitaba nada pero no podía dormir y salio de su habitación para distraerse y darme un poco de charla.

En un principio dude, por que no debía permitir que los residentes no estuvieran en su habitación, pero la cara de pena de la señora me convenció de que debía dejarla estar un poco conmigo.

Estuvimos hablando un buen rato, me dijo que se llamaba Clara Ontalvilla, que era soltera y que no tenía más familia que la gente de la residencia.
De joven fue enfermera y tuvo un novio al cual y antes de casarse, le mataron en la guerra.
Aquella señora resulto ser una bellísima persona, y la verdad que me hizo pasar el turno de una manera muy amena.
Sobre las 4 de la mañana, ya me pareció que aquella señora debía de volver a su habitación, por lo que me ofrecí a acompañarla pero me dijo que no hacia falta.
Justo en ese instante, un residente requirió de mí por lo que me despedí de Clara prometiéndola ir a verla antes de irme a mi casa.

El resto de la noche paso de manera bastante tranquila, excepto algunas carreras para poner al servicio a gente o dar medicinas.
A las 7:55 empezaban a llegar las chicas del turno de mañana, de manera que mi turno estaba a punto de terminar.

Antes de irme me acerque hasta la habitación de Clara para despedirme de ella, pero la muy granujilla ya no estaba.
Se habría bajado a pasear o hacer algo.

Al llegar a la recepción, me encontré con mi supervisora, que me estuvo preguntando como había ido todo.

La conté mi encuentro con Clara, y note como la cambio la cara de golpe.
La pregunte si pasaba algo, y me dijo que eso no podía ser posible, ya que esa señora hacia unos meses que había fallecido……………

Llevo ya dos meses trabajando de noche y Clara me visita todos los dias…..
Es nuestro secreto………….

1 comentario:


  1. Hola Carla..Es muy duro ver a tu familiar en ese estado de "olvido de todo".

    Pero es muy gratificante el saber que hay estos "hogares" que cuidan de ellos.....

    Me gusta esa compañía que tienes por la noche....

    Fantástico relato, amigos de Misterio Estelar
    un saludo
    Mª jesús

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