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sábado, 20 de julio de 2013

Un Monumento maya revela la historia de dos reyes perdidos

Un monumento maya de 1,500 años de antigüedad, que contiene una inscripción sobre una ancestral batalla por el poder político, acaba de ser desenterrado en Guatemala. La losa de piedra, la cual data del 564 d.C., fue encontrada en un pequeño túnel en las cercanías de una tumba real debajo del templo maya en el sitio arqueológico de Waka’-El Perú.
La losa, de cerca de 2 metros de alto por 1 de ancho, está grabada con la imagen de un hombre alto en su centro, y tiene inscripciones en jeroglíficos. El texto hallado describe un tumultuoso periodo de 7 años cuando dos dinastías batallaron para gobernar el reino antiguo.
Anterior al descubrimiento de este monumento, nadie conocía los nombres de los gobernantes mayas del siglo XI. “Realmente es un avance en el conocimiento de la historia de esta familia real y su dinastía”, dijo el co-autor de la investigación David Friedel, un antropólogo de la Universidad de Washington en St. Louis, EE.UU.
A principios de 2013, Friedel y sus colegas estaban excavando la tumba real maya de una mujer llamada K’abel, cuando dieron por accidente con una estela de piedra. Grabado en el hallazgo estaba delineado un hombre sosteniendo una reliquia en sus brazos, junto con inscripciones de sus proezas a los costados.
A pesar que la piedra estaba bastante dañada en su centro, las inscripciones de los costados permanecieron legibles a través del tiempo.

La batalla por el poder

El equipo ha logrado descifrar las inscripciones para revelar que el monarca conocido como Rey Wa’oom Uch’ab Tzi’kin, o “aquel que levanta la ofrenda del águila”, dedicó la estela a su padre, el Rey Chak Took Ich’aak (“garra roja chispeante”) en el año 564. Ambos nombres permanecían en las sombras de la historia hasta ahora.
Debido a que el calendario maya se encuentra presente en la losa encontrada, los científicos pudieron determinar el día exacto en el cual fue dedicada.
La inscripción pone de manifiesto que la muerte de su padre, Rey Chak Took Ich’aak, en el año 556 d.C., sumió a la civilización en un periodo de trifulcas políticas entre diferentes grupos de poder que luchaban por la supremacía. Finalmente, él, su hijo, logra tomar el trono.
La estela describe de igual manera a una mujer de la realeza, la Dama Ikoom, quien era una persona sagrada y probablemente la madre del rey autor de la dedicatoria.
Sobre lo gastada que se encuentra la estela en algunas partes, los estudiosos formulan la hipótesis que esto se debe a una exposición prolongada a los fenómenos naturales de la superficie, hasta su entierro en la tumba en el 702 d.C.

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