De acuerdo a recientes investigaciones, el
ancestral secreto de porqué Stonehenge fue construido en el lugar donde se
encuentra, ha sido revelado.
La razón sobre la ubicación de este enigmático
monumento de piedra ha permanecido entre los grandes misterios no resueltos de
la prehistoria británica, y hasta ahora ninguna teoría parecía poder explicarlo
a ciencia cierta. Pero este mes un grupo de científicos trabajando en Amesbury,
a muy poca distancia de Stonehenge, creen que el descubrimiento de una corriente
de agua caliente en la zona sería la clave para resolver el misterio.
Una pequeña serie de estanques poco profundos
cercanos a Stonehenge han permanecido intactos por decenas de miles de años.
Escondido entre árboles y malezas, el inadvertido terreno está situado al
costado de la carretera A303 en Amesbury, y se piensa que fue un paisaje
mesolítico que se remontaría hacia el 7,596 a.C. Las aguas son surtidas
por un manantial que mantiene los estanques a una temperatura constante de 11
grados, incluso durante el crudo invierno. Los científicos ya habían
visitando el sitio anteriormente en 2010 cuando las temperaturas eran bajo cero
y se encontraron con la sorpresa que el agua en este lugar no era afectada por
la nieve circundante; esto les dió una razón para pensar que el área debió ser
de gran importancia durante la época inmediatamente posterior a la Era de
Hielo.
El agua caliente era irresistible para aquellos seres que migraban desde el
norte a medida que el hielo, que previamente dominó mucha de la superficie
terrestre, retrocedía a los polos. Andy Rhind-Tutt, quien preside el
Amesbury Museum and Heritage Trust, ha estudiado el sitio por años y
cree que éste es de vital importancia para desentrañar algunos de los misterios
de Stonehenge: “Siempre se ha creído que Stonehenge no pudo ser erigido
aquí sin que haya algo especial en la zona. Pensamos que la respuesta
yace en los manantiales que nutren al río Avon. Vinimos aquí en Enero cuando
hacía 10 grados de temperatura y sin embargo el agua permanecía templada. Los
estanques estaban rodeados de pasto verde cuando todo lo demás se encontraba
congelado.”
El descubrimiento de agua cerca del monumento megalítico también da a los
arqueólogos una idea sobre las dietas que debieron seguir nuestros antepasados.
Investigadores de la Universidad de Buckingham hallaron fragmentos de
patas de rana rostizadas de 8,000 años de antigüedad. Los restos fueron
desenterrados junto con pequeñas espinas de pescado y huesos de uros (los
predecesores de las vacas).
El proyecto en Amesbury está siendo liderado por la Universidad Buckingham y
finalizará al terminar esta semana (25 de octubre). Las excavaciones están
siendo filmadas para convertirse en un futuro documental de la BBC.
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