Por varias noches del año 1903, el pequeño pueblo de Van Meter (Iowa, EE.UU.), fue aterrorizado por una gran criatura parecida a un murciélago proveniente de una mina abandonada. La identidad de este misterioso monstruo nunca ha sido develada, pero más de un siglo después de los hechos un nuevo libro revive esta asombrosa historia esperando arrojar algo de luz sobre lo sucedido antaño.
La leyenda se remonta al otoño de 1903, cuando varios de los más respetados ciudadanos de Van Meter reportaron el encuentro con una entidad mitad humana mitad animal, con enormes alas de murciélago que le permitían volar. Los reportes de la época dicen que la criatura se movía velozmente, dejaba un hedor repulsivo a su paso, y que despedía una luz cegadora desde un cuerno en su cabeza.
Cada vez que alguno de los habitantes tenía la mala suerte de encontrarse con esta criatura, le disparaban con las armas que tuvieran a mano, pero esto al parecer no hacía mella en el extraño visitante.
La primera noche, fue avistado volando sobre los techos de las casas. Al caer la noche siguiente fue visto tanto por el doctor del pueblo como por el cajero del banco Peter Dunn, quien logró hacer un molde de yeso de las huellas “de tres dedos” del monstruo.
A la tercera noche, un hombre se lo encontró posado sobre un poste de teléfono. Otro de los residentes que lo vio, dijo que el monstruo saltaba como un canguro; mientras que la maestra de la escuela local asoció la figura de la criatura alada con la de un demonio.
Asustados e intimidados por lo que habían experimentado, los ciudadanos siguieron el rastro de la criatura hasta una mina de carbón abandonada, cerca de un vieja adobería donde se habían escuchado peculiares ruidos saliendo de la mina.
“El ruido se abrió paso nuevamente, y pensaron que Satanás y su regimiento de diablos se preparaban para subir a la superficie a dar batalla”, decía un artículo publicado en el Des Moines Daily News del 3 de octubre de 1903.
La bienvenida que le dieron aquella mañana a la criaturas podría haber hundido una flota de galeones españoles, pero más allá del singular hedor y los ruidos de inframundo, no les pareció importar mucho a estos seres alados, los cuales retrocedieron y descendieron a través hueco de la vieja mina para no volver a ser vistos nunca más.
El nuevo libro es un trabajo de Chad Lewis, quien ha escrito 15 libros acerca de temas paranormales. Lewis contó con la colaboración como co-autores de Noah Voss y Kevin Lee Nelson, y la ayuda de la bibliotecaria del pueblo, Jolena Walker.
Los autores fueron al tranquilo pueblo y entrevistaron a los residentes locales, quienes les contaron las historias que les legaron sobre la criatura, además de visitar varios lugares históricos, incluyendo la vieja mina.
Lewis dice que no encontró evidencia que sugiera que el monstruo es un fraude, a pesar que cree que algunos de los hechos de la historia han sido exagerados al pasar de los años. Asimismo, sigue sin haber certeza de qué era aquel espeluznante visitante de Van Meter que esparcía el pánico en las calles del pueblo durante las noches de otoño de 1903. Sin embargo, el escritor del libro asegura que la búsqueda de la respuesta fue lo que realmente lo fascinó.
El nuevo libro es un trabajo de Chad Lewis, quien ha escrito 15 libros acerca de temas paranormales. Lewis contó con la colaboración como co-autores de Noah Voss y Kevin Lee Nelson, y la ayuda de la bibliotecaria del pueblo, Jolena Walker.
Los autores fueron al tranquilo pueblo y entrevistaron a los residentes locales, quienes les contaron las historias que les legaron sobre la criatura, además de visitar varios lugares históricos, incluyendo la vieja mina.
Lewis dice que no encontró evidencia que sugiera que el monstruo es un fraude, a pesar que cree que algunos de los hechos de la historia han sido exagerados al pasar de los años. Asimismo, sigue sin haber certeza de qué era aquel espeluznante visitante de Van Meter que esparcía el pánico en las calles del pueblo durante las noches de otoño de 1903. Sin embargo, el escritor del libro asegura que la búsqueda de la respuesta fue lo que realmente lo fascinó.
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