1. Colinas de Chocolate
Probablemente las atracciones más famosas de Bohol, colinas con formas particulares en cono (en total 1.268 montículos de hasta 50 metros de altura) cubiertas de hierba verde que en la estación seca se vuelven marrones dando ese aspecto tan a “chocolate” que les da nombre. Aún hoy, los geólogos no se ponen muy de acuerdo en cuanto al modo en que se formaron…pero sí hay unanimidad en que es un paisaje único y que se ve magistralmente erosionado:
2. Un refugio para los Tarsier
Los Tarsier deben estar entre los seres vivos más curiosos que se pueden ver en selvas tropicales, sobre todo por sus “desproporcionados” ojos en relación al tamaño de su cuerpo. En las islas de Bohol, los Tarsier tienen algunos de sus últimos paraísos, en particular, el Tarsier filipino en las zonas de selvas húmedos y bosques nubosos. En Corella existe un santuario Tarsier en un área de bosques protegidas, una oportunidad de visitar al tarsier filipino en su hábitat natural y en libertad. También es una forma recomendada de conocerlos, a diferencia de otros puntos de la isla en donde los exhiben enjaulados y en malas condiciones :
3. Islas y playas
Islas como Panglao, donde las playas pueden desplegar a sus anchas la fórmula aguas turquesa + arenas blancas. Pero también, en islas deshabitadas que se pueden recorrer en barco hasta descubrir un banco de arena desolado semisumergido en el agua. En Bohol, las islas tropicales son una maravilla en sí mismas, y claro, un paraíso para el buceo y el descanso:
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