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martes, 25 de junio de 2013

La antigua Maqbara de Valladolid

En este solar, localizado en el denominado Prado de la Magdalena, estuvo situada durante los siglos XIII y XIV la MAQBARA de Valladolid, esto es, el cementerio de los musulmanes de la ciudad.
Sus restos pudieron ser documentados a través de diversas excavaciones arqueológicas realizadas por la Universidad de Valladolid y la Junta de Castilla y León, durante 1990, previamente a la rehabilitación del edificio, antigua casa de Beneficencia, como casa del estudiante. Los individuos aquí enterrados lo fueron según el rito islámico, claramente especificado en el Corán: en posición decúbito lateral derecho y con el rostro vuelto hacia la ciudad santa de La Meca. Las inhumaciones encontradas son de dos tipos, por un lado las de fosa simple excavada en la tierra y por otro, el que a esta fosa añade junto a las paredes largas un refuerzo de dos muretes paralelos fabricados con adobes, que enmarcaban un angosto espacio en el que se depositaría, no sin dificultad, al difunto.

Las gentes que utilizaron esta necrópolis fueron los mudéjares, musulmanes residentes en los reinos cristianos, posiblemente llegados a la ciudad desde los territorios meridionales de la península a medida que los cristianos avanzaban hacia el sur. Se dedicaban fundamentalmente a actividades artesanales (albañiles, alfareros, hortelanos, carpinteros…) y al comercio, llegando a ser un grupo importante e integrado en la vida de la ciudad. Durante los siglos XIII y XIV un buen número de ellos habitaba en el barrio de San Martín, perdurando hasta nuestros días el recuerdo de su presencia en la zona en el nombre de la calle de los Moros.

La convivencia armónica con la sociedad cristiana debió quedar en cierta medida rota en los inicios del siglo XV, cuando una ley de 1412 obligó a todos los musulmanes de Castilla (del mismo modo que a los judíos) a recluirse en barrios segregados, las famosas aljamas. Los mudéjares vallisoletanos ocuparon la llamada aljama de Santa María, situada alrededor de la calle del mismo nombre. Este hecho debió marcar el abandono del cementerio del Prado de la Magdalena, donde no se han encontrado enterramientos del siglo XV, por lo que es de presumir que los musulmanes buscarían un lugar más cercano a su aljama.

Pero pese a su segregación física, la actividad de estos laboriosos artesanos continuó y su importancia dentro de la sociedad vallisoletana fue en aumento, llegando a participar durante el siglo XV en levantamientos políticos junto con el resto de los estamentos de la ciudad. Su integración fue tal que cuando en 1502 una nueva ley obliga a los musulmanes a abjurar de su fe o a abandonar Castilla, la mayoría de los mudéjares vallisoletanos se convierten, al menos nominalmente, al cristianismo.

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