Wim Hof nació
en un mundo frígido. El parto fue traumático, tuvo que forcejearse para salir
del vientre que compartía con su gemelo. Casi se ahoga. Su madre, una mujer
piadosa, le prometió a Dios que si lo salvaba, ella lo criaría para ser misionero.
En su adolescencia,
Hof revivió ese trauma, pero transformó ese frio y esa falta de aire para bien,
lo cual lo llevó a cumplir la promesa de su madre en una manera que ni ella se
hubiera imaginado.
En su búsqueda
por algo más, leía textos budistas, hacia yoga y practicaba varias técnicas de
artes marciales y de meditación. Pasaba su tiempo con la naturaleza,
encontrando grandes inspiraciones. Un día, al edad de 17, se resbaló por una
cuenca cubierta por una delgada capa de hielo.
"Boom, ¡se sintió tan bien!" dijo Hof con su entusiasmo característico. "El
frio te hace ir hacia dentro". Según él, el frio lo conectó con su trauma
de nacimiento y lo ayudó a resolverlo. Sintió su sangre correr de una manera extraña
y hasta su respiración cambió. Ahí comprendió que al respirar de cierta manera
le permitiría sentirse tranquilo dentro del agua helada.
Los
cambios que sintió dentro del agua le permitieron tomar control sobre sus
procesos fisiológicos automáticos.
"Eso
se llama una revelación fisiológica. Es una revelación mística", dijo. Su
mensaje capta la dualidad de la naturaleza- la cual es espiritual y científicamente
veraz.
Por 15 años
se sumergió regularmente bajo estas aguas puras antes que cualquiera supiera de
su práctica. En otras palabras, "nadie me conocía como el Hombre de Hielo.
No quería que me dieran un apodo, que me tomaran de loco".
Pero un periódico
local finalmente lo descubrió y de ahí se convirtió en el Hombre de Hielo.
"Me hicieron ver como una especie de Superman o Hieloman", dijo.
Su
coraje
está en su humildad y vive una vida tranquila y en paz, aunque ya hizo
públicas escenas peligrosas (algunas que lo llevaron a los Récords
Mundiales de Guiness), él los usa ayudar a los demás.
Su
mensaje de inspiración es que cualquiera puede hacer lo que él hace, para así
mejorar considerablemente su estado de salud .
La promesa cumplida
Fue una
llamada telefónica del Dr. Ken Kamler de Nueva York que motivó a Hof a que siguiera
el camino de la ciencia para comprobar lo que él ya sabía. El Dr. Kamler
estaba interesado en cómo Hof lograba dominar su sistema inmune. Si Hof pudiera
enseñarle a los demás a hacer lo mismo, enfermedades inflamatorias como múltiple
esclerosis, arteritis reumatoide o la enfermedad de Cron, podrían ser curadas sin
medicamentos o cirugía (él nos cuenta que las compañías farmacéuticas no son sus
patrocinadores).
Otras
enfermedades podrían ser curadas con más estudio sobre el método de Hof. El Dr.
Kalmer le dijo que si se podría replicar su método, esto podría ser un gran paso
para la humanidad.
"En
ese momento me convertí en un misionero consiente", dijo Hof. Finalmente
la promesa que hizo su madre sobre su frágil recién nacido se cumplió en
este
hombre con una gran fuerza de voluntad. Él nunca se convirtió en un
misionaro cristiano, sino en un misionero para brindarle fuerza
espiritual a los demás
con su trabajo. Les enseñaría a los demás y verificaría científicamente
el
poder de la mente para sanar el cuerpo.
Media
hora después de esta revelación, recibió una llamada diciendo que su madre había
fallecido.
"Ella
fue hija de un campesino, era ingenua, pero una buena mujer. Está escuchando esto en este momento, y le agradezco", dijo
durante su entrevista telefónica con La Gran Época. Nos hablaba desde Polonia,
donde actualmente está entrenando a un grupo de 20 personas como bañarse en
aguas heladas, recobrar emociones con ejercicios de respiración y controlar
partes de sus cuerpos que nunca se imaginaron pudieran hacer con la mente.
Es una ciencia
Wim Hof logra entrenar a personas que controlen de la misma manera como él sus
cuerpos, lo cual fue publicado en revistas científicas revisadas por
expertos.
Un
estudio publicado en mayo por la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. dijo:
"Hasta ahora, los sistemas autónomo e inmune se pensaba que no tenían
influencia voluntaria. El presente estudio demuestra que el sistema nervioso simpático
e inmune pueden ser voluntariamente influenciados por medio de estas técnicas
aprendidas en un programa de entrenamiento de corto plazo".
El autor
principal del estudio, Matthijs Kox del Centro Universitario Medico de
Radboud de Holanda, le dijo a Nature que los resultados son aún
preliminares,
pero llenos de esperanzas. Para este estudio, Hof les enseño esta
técnica a 12
personas. Estos 12 estudiantes más 12 personas del grupo de control
fueron
inyectados con una toxina bacteria para inducir fiebre, dolor de cabeza y
otros
síntomas de enfermedad. Hof y sus estudiantes demostraron un incremento
en la
habilidad para suprimir los síntomas.
Los estudiantes
de Hof fueron capaces de producir adrenalina voluntariamente. Controlar
las hormonas
con la mente puede ayudar a tratar la depresión, dijo Hof, y simplemente
hace a la persona sentirse bien. Por más terrible que suene, las
personas hasta
aprenden a disfrutar los baños helados.
Puro gozo
Un crítico
para Physique Hacks intentó el curso en línea de Hof y dijo en un video de
youtube: "Durante la primera semana de baños fríos, el tema común de mis
experiencias y sobre lo que estaba escribiendo (en mi cuaderno del curso) era
de dolor- total dolor; infierno puro, baños fríos: o el horror'. Pero lo
gracioso es que al final de la segunda semana, estas palabras de dolor se
transformaron en palabras de placer- se sintió increíble, puro goce; una palabra: wow!"
Su
entusiasmo y vigor son contagiosos. Con un sentido de asombro, su método
está arraigado en un regreso a la naturaleza, dijo. Durante la
entrevista con La Gran
Época, Hof muchas veces expresó su asombro con frases como "Wow, estoy
tan agradecido por estar en este planeta!"
Hof conseguió fama por hazañas como subir al Monte Everest en pantalones cortos
y llegar a la cima del Kilimanjaro en tiempo record con un grupo
de sus estudiantes- quienes algunos estaban enfermos y eran mayores de edad. Él
intentará hacer un nuevo record con otro grupo en enero del 2015. Pero este no
es su objetivo principal.
"El próximo
reto para mí es la ciencia, la investigación", dijo. "Ese es mi
Monte Everest".
Él continúa en la cima y deja que su método sea sometido a investigación científica. Está
llevando el poder de la meditación y la auto-sanación a la cultura general. Afirma que "este método ya no es uno alternativo".
http://www.lagranepoca.com/
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