La encuesta fue llevada a cabo por Survata, una compañía de investigación de mercado. El objetivo de la misma era demostrar que históricamente los descubrimientos científicos se han contrapuesto a las principales doctrinas religiosas.
En los tiempos modernos, los descubrimientos llevados a cabo por los rovers de la NASA y el telescopio Kepler nos ponen cada vez más cerca de encontrar vida alienígena. La cantidad de exoplanetas con posibilidades de ser habitables se ha multiplicado considerablemente en los últimos años.
Asimismo, muchos, gracias a estos avances en los campos del conocimiento científico, han puesto en consideración la idea que hemos sido y aun somos visitados por inteligencias de otros mundos. Algo que paradójicamente nos pone en el lugar incómodo de salir a buscar allí afuera lo que ya nos ha encontrado.
No obstante, la sed humana por el descubrimiento —junto con una importante dosis de arrogancia— siempre será más fuerte, visite quien nos visite; y hay quien piensa que ese descubrimiento de vida extraterrestre allí afuera está a la vuelta de la esquina, lo que podría significar un gran problema para los dogmas religiosos.
Un nuevo libro intitulado “Ciencia, Religión y la Búsqueda de Vida Extraterrestre”, escrito por el teólogo y profesor David Wilkinson, trata estos asuntos. El autor dice que los teólogos cristianos actualmente se plantean lo que sucede al respecto, y el hecho que “la relación entre ciencia y religión es más sutil y fructífera que conflictiva”.
Entonces, Survata decidió poner su grano de arena aportando datos estadísticos sobre cómo la afiliación religiosa tiene relación con lo que uno puede pensar sobre la vida extraterrestre. El total de personas entrevistadas para tal motivo fue de 5,886. La encuesta se realizó en EE.UU. y la pregunta hecha fue “¿Cree Ud. en la existencia de vida extraterrestre?”
Al preguntar sobre la afiliación religiosa, aquellos que eran ateos/agnósticos dijeron en un 55% que creían en la existencia de extraterrestres. Pero lo que es aún más interesante es que las personas que eligieron “otra” para su afiliación, manifestaron lo mismo pero en un 62%, convirtiéndose en el grupo con mayor porcentaje de apoyo a la vida extraterrestre.
Nueva generación con una conciencia más “galáctica”
Esta encuesta pone en evidencia que la creencia en Dios (al menos desde la perspectiva meramente religiosa) quizás pueda influenciar negativamente en lo que una persona piensa sobre los alienígenas. De todas formas, Wilkinson nos enseña que la teología y la ciencia pueden unirse para forjar un entendimiento compartido de la realidad que permite la convivencia entre ambas. Este hecho se vislumbra más imperativo si consideramos que la nueva generación parece estar más predispuesta a incorporar a nuestros vecinos del Cosmos a sus sistemas de pensamientos y creencias.Survata, además de la afiliación religiosa, incluyó la edad de cada uno de los encuestados para tener un mayor detalle. Las estadísticas demostraron de forma contundente que cuánto más joven era el individuo, más capacidad poseía para aceptar la noción de la vida extraterrestre y responder afirmativamente a la pregunta.
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