Hace algunos días, hablando de Misterios y Ritos con mi
compañera Andrea, me comento que en su pueblo, había una tradición muy singular
y que había ido pasando de generación en generación.
Se trata del Animero, el cual se practica durante todo el
mes de Noviembre.
Dicho pueblo es Copacabana, en Colombia.
Lo cierto es que me pudo la curiosidad y empecé a buscar
información sobre este rito.
Aquí os dejo la explicación de dicha tradición.
Jesús Torres un habitante del municipio
de Copacabana es el encargado de una misión bastante peculiar, este hombre
todas las noches de noviembre cumple su ritual de rezar por todas las ánimas
del purgatorio, el animero como lo conocen en el municipio; pues este hombre
mientras casi todo Copacabana duerme él va al cementerio saca las animas y
recorre todos los barrios pero aparte de las animas también lo acompaña un
escuadrón de personas que le tienen fe y que junto a él rezan durante
todo el recorrido por el municipio, luego de 2 horas Jesús regresa al cementerio
a dejar las animas en su lugar. Para luego irse a descansar y prepararse para
la noche siguiente hasta terminar el mes de noviembre.
Chucho huevo, cuyo apelativo lo tiene
desde los seis años por la forma ovalada de su cabeza y la caída abundante del
cabello, en realidad es Jesús Torres.
Nació el 19 de julio de 1944, en Medellín.
Durante su niñez vivió en el barrio Belén-Sucre y, a los 7 años, se fue para
Copacabana, con su familia.
Para Jesús Torres esta tradición la
hace con amor y espera seguirla haciendo por muchos años más, ya que las ánimas
del purgatorio lo han favorecido en muchas cosas, pero no solo Jesús le tiene
amor a esta tradición hay muchas personas de Copacabana que también le tienen
fe a las animas y es por ello que acompañan a Jesús en sus recorridos pues
dicen que han recibido grandes favoreces gracias a las animas, pero
también lo que es cierto es que a algunas personas les causa pánico pues
Jesús cuando sale por las calles de Copacabana lleva consigo una campanita que
la pone a sonar durante el recorrido y va pidiendo Padres Nuestros por las
benditas almas del purgatorio, y eso causa pánico en algunos habitantes. Sin
embargo es una tradición que año por año se hace en el municipio y aunque
también tiene sus reglas como es que si mira para atrás ve a las animas o que
si alguien se pone la capa que el porta y pide algo se le cumple, sea
todo cierto o no lo que sí es verdadero es que las animas ya tienen su
guardián.
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