Los tres satélites idénticos que componen la misión viajan a bordo de un
cohete Rockot, que ha despegado desde el cosmódromo de Plesetsk, a unos 800 km
al nordeste de Moscú (Rusia). El programa Swarm busca registrar información
sobre la dinámica del núcleo terrestre, los procesos de la geodinamo y la
interacción núcleo-manto a través del estudio del escudo magnético del
planeta. Ello servirá de vía para comprender mejor la “dinamo” de la
Tierra, que según las últimas observaciones, parece estar ralentizando su
actividad.
La misión Swarm de la Agencia Espacial Europea (ESA) se inicio con el lanzamiento a las del cohete que pondrá en órbita tres satélites rusos a 490 km de altitud. La flota tiene como objetivo estudiar las señales magnéticas emitidas por el núcleo de nuestro planeta con el fin de explicar la desaceleración de su movimiento rotacional.
El campo magnético de nuestro planeta se extiende desde el núcleo interno hasta el punto en que encuentra el viento solar, una corriente de partículas energéticas que emana del sol. Actúa a modo de escudo protector, permitiendo la existencia de la atmósfera y por ende, de la vida. Su intensidad varía constantemente y, según los astrónomos, se ha debilitado un 15% durante los últimos 150 años.
Tras el lanzamiento, deberán transcurrir tres meses de pruebas y calibraciones necesarias hasta que los expertos puedan empezar a trabajar con la escuadra Swarm. Dos de las naves orbitarán en paralelo, decayendo hasta los 300 km a lo largo de cuatro años, mientras que la tercera se mantendrá a la altitud inicial.
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