Durante una conferencia de la Unión Americana de Geofísica llevada a cabo en San Francisco el mes pasado, el experto en GPS Ben Harris (de la Universidad de Texas en Arlington) mostró algunas mediciones irregulares efectuadas sobre la masa de la Tierra utilizando la armada de satélites GPS que se encuentran en órbita. Se notó una pequeña discrepancia de masa al comparar los resultados con las mediciones “oficiales” de la Unión Astronómica Internacional (UAI).
“Lo mejor sobre los satélites GPS es que sabemos muy bien cuáles son sus órbitas”, dijo Harris. Este conocimiento ayudó a que Harris hiciera cálculos estadísticos vitales de la Tierra con un alto grado de precisión. Luego de analizar por nueve meses los datos de GLONASS, GPS y el sistema de satélites Galileo, llegó a la conclusión que la masa de nuestro planeta es entre 0.005 y 0.008 por ciento más grande que las medidas de la UAI.¿Qué significa esto? Bueno, básicamente indica que hay un error en la recolección de datos o el análisis (o en el GPS o en las mediciones de UAI). Pero eso no es todo, hay una posibilidad aún más intrigante.
Esta discrepancia podría deberse a la influencia de un halo, o anillo, de materia oscura rodeando la Tierra. Según las estimaciones de Harris, para explicar estas medidas, el halo planetario invisible de materia oscura debería extenderse sobre el Ecuador y tener un grosor de 191 kilómetros por 70,000 kilómetros de ancho.
Como bien se menciona en New Scientist, aún habría que considerar los efectos de la relatividad y las interacciones gravitatorias con el sol y la luna.
Las Anomalías de Sobrevuelo
La presencia de la materia oscura puede evidenciarse en un sutil efecto generado en nuestro vecindario galáctico. Durante los sobrevuelos orbitales de varias sondas en la Tierra, se han detectado leves anomalías en lo que se refiere a velocidades. Por ejemplo, en enero de 1998, la nave NEAR (Encuentro con Asteroide Cercano a la Tierra en inglés) de la NASA, se valió de la asistencia gravitatoria de nuestro planeta para incrementar su velocidad. Durante el sobrevuelo, hubo un misterioso empuje adicional sobre la nave, lo que le dio un extra de 13 milímetros por segundo en la velocidad. Este pequeño impulso, que se manifestó de igual manera en otros vuelos espaciales, es conocido como “Anomalía de Sobrevuelo”, y uno de los factores contribuyentes podría ser la gravedad ejercida sobre la nave por un halo invisible de materia oscura.De hecho, el sobrevuelo más reciente, la misión Juno a Júpiter, en noviembre pasado, seguro ha sido beneficiaría de esta anomalía, lo que suma más misterio a la naturaleza de este fenómeno.
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