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jueves, 24 de julio de 2014

Las almas perdidas del edificio Joelma

El 01 de febrero 1975 la ciudad de São Paulo, Brasil, se despertó con una gran tragedia. Uno de sus edificios más emblemáticos se convirtió en “el coloso en llamas”. De los 756 residentes del edificio, más de la mitad sufrieron graves heridas, y 188 almas fallecieron en el terrible incendio. Pero este terrible suceso solo fue el final a un terreno con 400 años de historia, que según dice la leyenda comenzó con las almas malditas de trece colonos jesuitas y terminó con la llegada de trece santos.
 Aunque la realidad es que posteriormente al gran incendio, un gran número de testigos afirman haber sido testigos de extraños fenómenos que se escapan a cualquier explicación racional, convirtiendo el edificio Joelma en un lugar excepcionalmente embrujado. ¿Existe algún tipo de maldición en el lugar? ¿Qué es  el misterio de las 13 almas? ¿Continúan los informes de apariciones fantasmales u otros extraños sucesos en la actualidad? Bienvenido al edificio Joelma…

Las almas perdidas del edificio Joelma
El viernes 1 de febrero de 1974 los 25 pisos del conocido edificio Joelma estaban completamente en llamas. A las 8:50 de la mañana un vecino de un edificio adyacente se dio cuenta de las llamas y rápidamente informó a los bomberos. En menos de media hora todo el edificio estaba envuelto en llamas, dejando a cientos de personas atrapadas en su interior.
Para muchos no era de extrañar lo que estaba ocurriendo, ya que desde su construcción el edificio carecía de los sistemas mínimos para evitar este tipo de circunstancias. No disponía de alarmas contra incendio, rociadores, luces de emergencia o de salidas de emergencia, y los sistemas de aire acondicionado habían mostrado gran cantidad de averías desde su instalación. Y fue esto último lo que originó el infierno en el propio edificio. Un aparato de aire acondicionado en el piso doce se recalentó y posteriormente comenzó a arder.

Eso solo fue el inicio de una verdadera pesadilla para todos aquellos que estaban en el edificio. Aunque más de 500 personas lograron escapar, muchas salidas de emergencias fueron bloqueadas por el fuego, el calor y el humo que ascendía rápidamente por la única escalera del edificio. Cerca de 170 personas llegaron a la azotea, pero el humo y el calor del fuego impedían que los helicópteros de rescate pudieran llegar a los sobrevivientes. Lo que pasó a continuación con todos aquellos que se mantenían con vida fue una escena procedente del mismísimo infierno.
Algunas personas se suicidaron, otros intentaron descender por las ventanas de un piso a otro con el objetivo de alcanzar las escaleras de incendios, llagando únicamente a la planta número 15 (casualmente el fuego del hueco de la escalera sólo llegó hasta esta planta). Muchas personas murieron en esos intentos, al igual que todos los que intentaba sobrevivir saltando desde las ventana. Todo el que intentaba una caída libre desde la azotea acababa muriendo.

almas perdidas joelma Las almas perdidas del edificio Joelma
Hacia el mediodía el incendio finalmente se dio por extinguido y el personal de rescate, la policía y los bomberos fueron capaces de acceder al edificio en busca de sobrevivientes, y para contabilizar todos los muertos. Según informaron las autoridades, había cuerpos esparcidos por todas partes y, finalmente, la cifra oficial de fallecidos era de 188.

A medida que los equipos de bomberos y de rescate pasaban de un piso a otro y de una habitación a otra para evaluar los daños, se encontraron con un ascensor completamente sellado. Los bomberos tuvieron que hacer un gran esfuerzo para abrir las puertas, pero lo que encontraron fue una escena dantesca; una masa de cuerpos carbonizados apilados en el suelo y en las paredes.
El calor en la caja metálica del ascensor había hecho que muchos de los cuerpos se fusionaran, lo que hizo que tardaran un buen rato en contabilizar a las 13 víctimas. Los cuerpos eran irreconocibles y nunca se pudo identificar los 13 cuerpos. Pero lo más sorprendente fue que nadie reclamó su desaparición. Fueron enterrados en el cementerio junto a San Pedro, y la tumba fue conocida como las “13 Almas”. 
Aunque una de las peores historias ocurridas en el terreno tuvo lugar mucho antes de la construcción del propio edificio. En 1948, un químico de 26 años llamado Paul Campbell vivía en una casa en esos mismos terrenos con su madre y sus dos hermanas. Una noche, sin ninguna razón aparente, Paul asesinó a su familia, arrastrando los cuerpos al exterior de la casa antes de suicidarse.

Muchas personas desconocían este hecho o no le daban tampoco mucha importancia, pero después del incendio uno de los bomberos se infectó de alguna manera por un cadáver, muriendo al día siguiente. Fue en este punto cuando los locales estaban más que seguros que la tierra donde se erigía el edificio estaba maldito. El barrio donde estuvo la casa de Campbell, y más tarde el edificio Joelma, fue conocido como “La Casa del Mal”.


edificio joelma Las almas perdidas del edificio Joelma
Después del incendio, el edificio Joelma estuvo cerrado durante varios años debido a las labores de remodelación, rebautizándolo como “Praça da Bandeira”. Había esperanzas entre los locales de que el nuevo edificio haría olvidar la terrible tragedia. Pero muy a lo contrario de lo esperado, el nuevo edificio presentó gran cantidad de actividad paranormal. Sobre todo las plantas superiores de la decimoquinta, que parecen ser las anfitrionas de una serie de apariciones fantasmales en las escaleras que hacen disparar las alarmas de incendios  constantemente y que provocan un mal funcionamiento en los ascensores.
Los psíquicos que entran en el edificio para contactar con las almas de los fallecidos en el gran incendio dicen que hay muchas energías que vagan por la parte superior de la planta decimoquinta, aunque muchas de ellas son presencias amigables. Sin embargo, también han afirmado que existen presencias oscuras realmente enojadas.
Y no podemos obviar que algunos lugareños dicen que las tumbas de las 13 almas perdidas del edificio Joelma tienen cualidades milagrosas. Según se dice, cuando alguna persona gravemente enferma pasa delante de sus tumbas a los pocos días es curada milagrosamente, sobre todo personas con quemaduras. Eso dio paso a un peregrinaje de muchas personas, quienes viajaban de todo Brasil para obtener el cumplimiento de sus milagros. Aunque la iglesia nunca ha reconocido oficialmente los milagros de las trece almas, los residentes de São Paulo y de muchas partes del país reconocen las tumbas de los 13 como un lugar sagrado en el que los enfermos se curan y los deseos se hacen realidad.
joelma edificio Las almas perdidas del edificio Joelma

En el momento del incendio, Joelma tuvo el mayor número de muertes atribuidas a una tragedia en un edifico. Este macabro registro sólo fue superado cuando las torres del World Trade Center se derrumbaron en la ciudad de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. En la actualidad el antiguo edificio Joelma tiene docenas de habitaciones vacías, y continúa el intento de librar al lugar de los espíritus. Las historias que rodena el viejo edifico siguen siendo uno de los grandes misterios de la época moderna, y aunque algunos son escépticos en cuanto a la presencia de actividad paranormal en el edificio, otros están completamente convencidos de que todos los fenómenos son una realidad.




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Hoy en Nuestra seccion de Relatos: Legado Sangriento...

Poco a poco la lluvia se convirtió en llovizna tenue, pero el frío seguía calando los huesos. Ellos salieron abrazados del baile y abrazados caminaron por la desierta calle, cubierta de árboles a ambos lados.
Las ramas bailoteaban una danza invernal, impulsadas por el viento y el agua.
Los piecitos de ella se mojaban, salpicados por charcos de baldosas flojas. El la apretaba fuerte de los hombros, cubriéndola con su saco azul.
Más allá del hecho de haberse conocido recién esa noche, sus latidos ya eran simult´neos, el roce de sus cuerpos al bailar apretados, apuraron sus instintos...La invitó a su casa...(...en realidad una herencia de su abuela, quién lo había criado y protegido cuando él quedó huérfano.) Tomarían un café caliente y un cognac.
La llave giró en la cerradura de la pesada puerta de hierro y ésta, al abrirse, dejó una línea de barro sobre las viejas baldosas del hall de entrada. Sobre un lado, la larga galería se estiraba hacia el fondo y en el otro lado, la cocina y una habitación principal, permanecían cerradas. Al final se encontraban, el baño y un lavadero, desde donde se oía el acompasado gotear de un grifo mal cerrado.
Él abrazó a la niña nuevamente, tomándola de la cintura y la besó con furia...(...haciéndola inclinar, como el tallo de una flor a punto de quebrarse.)
Ya en la habitación, a oscuras, se dibujaban sombras pesadas, acuchilladas por la luz de la luna que quería asomarse. Sobre un rincón, un ropero de tres puertas, con la del medio, totalmente manchada, donde había un espejo que distorsionaba cualquier reflejo.(Dominando la escena, una gran cama con altos espaldares de bronce, cubierta por mantas tejidas y almohadones multicolores...)
Intentó encender la luz, permitiéndole pasar a ella primero. La bombilla pendía de un raquítico cable...No encendió. Maldijo. Atientas encontró una vela sobre la pequeña mesita junto a la cama. Los tenues rayos lunares zizaguearon en la habitación y brillaron como estrellas en los ojos y la sonrisa atrevida de ella que lo miraba, nerviosa. Giró y casi sin mediar palabras, se acercó y la empujó sobre el mullido colchón, donde su cuerpo rebotó...(Reían a carcajadas...)
Como en una ancestral lucha, sus manos hurgaron y sus bocas mordieron...La ropa saltó hacia el suelo y se desparramó en todas direcciones.
Casi dos horas después, despertó abrazada a un almohadón. Se dió vuelta con su desnudo cuerpo, buscando el de él. No estaba.(La vela era apenas una mancha sobre el platillo...)Abrió el cajón de la mesita y sus dedos recorrieron papeles y polvo.) Tal vez fué al baño, pensó...Sus ojos que recién ahora se acomodaban a las penumbras, distinguieron en el suelo, junto a la cama, algo parecido a la tapa de un sótano. Se puso el suéter de él y envuelta en una sábana, entre curiosa y asustada, calzó sus zapatos, se agachó e intentó abrirla.
Como un aliento helado que la cubría, el frío subió, llenando la habitación. Vaciló entyre bajar a ver sóla ó esperar a que él volviera.(¿Si se enojaba por su curiosidad...?) No quería profanar secretos. Se animó y pisando con cuidado, bajó un escalón y luego otro.(Creyó poder mirar hacia abajo...)Se inclinó más aún. El golpe explotó detrás de su oreja. No alcanzó a gritar. El otro golpe dió de lleno en su sien derecha cuando ya había caído al húmedo piso del sótano. Los ecos de la tapa al cerrarse hicieron temblar los vidrios de la puerta y el espejo.
Como en un rito macabro, él acomodó las sábanas y mantas, juntó las ropas de ella y las arrojó dentro del ropero donde otras ropas se amontonaban, agusanadas. Se puso el saco azul, llegó a la puerta del frente que se arrastró sobre las baldosas...y cerró.
Una risa gutural, seguida de una tos cascada, rompió el ominoso silencio siguiente de la casa.
La mecedora antigua de mimbre, raída, comenzó a hamacarse sola, chirriando, junto a la pared del sótano helado, cubierta de telarañas. Sobre ella, un bastón de cáñamo y mango de plata...(Manchado de sangre...)Parecía ser acunado con ternura infinita.
Ya no llovía.
Pero el frío seguía calando los huesos.

Autor:  Sthepen

miércoles, 23 de julio de 2014

Hoy en Misterios de Siempre: El Chupacabras

Les traemos en esta ocasión la leyenda muy extendida en hispanoamérica sobre un extraño depredador que aterroriza al ganado de los territorios indígenas, el “Chupacabras”.
Con este término se designa a una posible bestia que ataca a animales domésticos en Iberoamérica. Los ataques del Chupacabras, de los que se tiene constancia por los lugareños, se han producido principalmente en Puerto Rico, aunque Méjico y diferentes zonas de Sudamérica tampoco se libran de los inquietantes y supuestos ataques del chupacabras.
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La primera constancia actual que se tiene del chupacabras fue en Bolivia en los años sesenta, aunque la mitología popular señala apariciones de depredadores similares desde el primer milenio antes de la era común. Desde entonces han sido constantes las apariciones del depredador en toda Iberoamérica, sobre todo a partir de los años noventa.Lo que es evidente que los ataques son reales y documentados, y que la leyenda de esta extraña bestia se han extendido por todo el nuevo continente. Una especie de lobo gigante que chupa la sangre de los animales de granja o incluso se ha documentado ataques a personas.El profesor Ufo fue testigo de los restos encontrados en Bolivia durante una viaje de investigación. Una leyenda con base científica que les relatamos en este especial de ocultismo y conspiración.

Muchos de los animales atacados habían sido mutilados, con extracción de órganos vitales y vísceras. Se han dado muchos casos de animales también salvajes.

Es muy frecuente la aparición de hembras sin sus órganos reproductivos, lo que alimenta más la especulación de rituales de corte satánico o demoníaco.
Se cree que podría ser una criatura de pequeño tamaño, debido a que sus presas suelen ser animales domésticos no muy grandes, principalmente cabras, de ahí su apelativo, gallinas y conejos.
chupacabras_.jpgLa multitud de versiones y de presuntos testigos ha hecho del aspecto del chupacabras una especie de quimera contemporánea. Por las descripciones, se podría tratar de una especie de reptil con cuernos, colmillos y garras. Pero la sugestión lo ha hecho más temible, con una trompa succionadora de sangre, alas, y aspecto antropomorfo.Pero esta idea inicial del chupacabras no es la única.
Hay una corriente muy extendida de supuestos testigos que dicen que no es más que un perro salvaje, eso sí con extraños poderes sobrenaturales, como un perro poseido. También hay teorías que hablan de bestias peludas con ojos rojos, incluso alguna especie de canguro asesino. Lo que siempre se le da al chupacabras es una serie de poderes de salto y velocidad infrecuentes en la especie animal, lo que le convierten en el depredador más temible.

Ha varias teorías sobre qué es en realidad el chupacabras según las versiones que han dado los diferentes testigos. Aquí exponemos las principales:· Teoría que opina que el chupacabras es un ente extraterrestre. Muchos testigos dicen haber visto objetos volantes no identificados en los alrededores de los centros de actuación del supuesto chupacabras. Los que confían en esta teoría dicen que el chupacabras se podría tratar de un ser similar al “Predator” de la película pero más pequeño.
También son muchos los que ven la mano del hombre detrás de estas cacerías. Incluso que son rituales satánicos. En Méjico, historiadores del mundo precolombino han señalado la tradición que sigue teniendo desde la antigüedad el sacrificio de animales.
Y no sólo en la América precolombina, sino en rituales bíblicos se puede observar el empleo de técnicas de sangría animal que dejaban los restos animales de una forma similar a como presuntamente dejaba a sus víctimas el chupacabras.
Debido a la zona donde se prodigan sus apariciones, también se ha creído que es un castigo demoníaco por los pecados cometidos por el hombre.·
Las teorías de la evolución también han tenido su campo de actuación en el fenómeno del chupacabras. Sus defensores creen que la criatura debe ser una mutación natural de algún animal existente que ha logrado formar una nueva especie muy preparada para depredar animales.·
Quizá la más explicable de las teorías, aunque no por ello la más extendida, es la que opina que las apariciones de animales muertos coincidieron con una fuerte sequía en el Norte de Méjico, lo que pude llevar a que algún coyote, perro salvaje u otro pequeño depredador se atreviera a atacar propiedades humanas. Aunque esto no explicaría el caso más numeroso de muertes en Puerto Rico.·
Se sabe de la existencia de murciélagos gigantes que han llegado a tener dos metros de envergadura. Por eso muchos creen que el presunto chupacabras no es más que uno de estos extraños ejemplares. En Méjico se cree que se han podido avistar murciélagos de unos 9 Kg. que podrían haber migrado desde Sudamérica.·
La “conspiranoia” ha elaborado teorías más asombrosas, y es que sus amantes creen que los científicos norteamericanos están detrás de esto, creando alguna especie animal mutando varias especies animales para crear un híbrido asesino.
Se cree que Puerto Rico es uno de los campos de pruebas de este tipo que utiliza el gobierno norteamericano para hacer todo tipo de pruebas con armamento radiactivo y con sustancias de escasa seguridad ecológica.· También la conspiración “ecologista” cree que el espécimen ha podido ser fruto de los residuos tóxicos que vierte el hombre en la naturaleza, que ha creado especies mutantes.
Las teorías menos extendidas hablan ya de cosas más increíbles, por no decir imposibles, como la posibilidad de que se trate de algún saurio u otra especie de animal prehistórico que ha sobrevivido hasta nuestros días. ·
La Criatura de Elmendorf: En julio de 2004 fue abatido a tiros un extraño animal sin pelo del tamaño de una cabra, con forma de perro y con una cola larga de aspecto similar a una rata. Sus colmillos demostraban que era un depredador.
La criatura fue cazada cerca de San Antonio (Tejas) y, a día de hoy, todavía no se ha dicho qué especie animal es.Lo cierto es que el chupacabras está en el subconsciente colectivo desde el mismo momento en el que aparecen restos de ganado atacados sin explicación.
La falta de respuestas lógicas ante hechos inexplicables es lo que siempre ha motivado al hombre a generar mitos, incluso hoy en día.Aunque como hemos dicho la historia del chupacabras viene desde hace décadas, no es hasta el decenio pasado cuando el misterio se hace mucho más vivo.
Fue en torno a 1992 cuando en Puerto Rico empezaron a aparecer restos de animales domésticos brutalmente atacados sin motivo aparente. Pero el fenómeno se incrementó en 1995 donde cada día aparecía un nuevo caso en la isla.
Lo extraño del suceso era la forma en que quedaban los restos animales, y es que aparecían totalmente desangrados con una hendidura en el cuello, que se asemejaban a lo que todos creeríamos que sería el ataque de un vampiro, salvo por el hecho de que era un único orificio y no dos.
Esto es lo que más inquieto a los granjeros locales.Como estas apariciones fueron frecuentes en torno a la población de Moca, al chupacabras también se le llamó en Puerto Rico “el vampiro de Moca”. Las autoridades sospecharon más de una “broma” macabra que de un auténtico ser terrorífico. Pero, como en todos estos casos, pronto aparecieron testigos dispuestos a corroborar las hipótesis más paranormales.
Tras estos incidentes en Puerto Rico, aparecieron casos similares por toda Iberoamérica. Muchos piensan que los “bromistas” tuvieron imitadores por el mundo hispano desde EE.UU. hasta Argentina.
Fui testigo directo de uno de estos ataques, no puedo afirmar que se tratara de ningura bestia mitológica pero lo cierto que las dentelladas no se parecían a nada de lo que había visto antes, pero ya se sabe que las leyendas urbanas perjudican mucho a este tipo de casos reales. Bestia, engendro, extraterestre, lo cierto es que detrás de la leyenda del “Chupacabras” se esconde una realidad siniestra de la américa profunda.




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lunes, 21 de julio de 2014

Hoy en Leyandas Urbanas: La Chaqueta de Laura

Un chico está estudiando un sábado para preparar sus exámenes de graduación. Para relajarse un poco decide ir a un pub que esta justo debajo de su casa. Se acerca a la barra y pide una coca-cola para despejarse.
De repente ve a una chica muy guapa y atractiva, era rubia, pelo largo, ojos claros y cuerpo frágil. Él se acerca a hablar con ella aprovechando que estaba sola en un extremo de la barra. Se presentan y se pasan hablando un par de horas hasta que ella dice que se tiene que ir a su casa ya que es muy tarde. El chico mientras va con ella a la puerta le intenta convencer de que le deje acompañarle a su casa, ella se niega.
La chica sale a la calle y empieza a tiritar, esa noche hace mucho frío y el chico en un acto de caballerosidad se quita la chaqueta y la envuelve con ella, aprovecha la situación para abrazar a la chica y acompañarla la mitad del camino a su casa, ella le pide que la deje continuar sola y él encuentra la excusa perfecta para volverla a ver otro día. Al dejarle la chaqueta podrá quedar de nuevo con ella para que se la devuelva. Ella le da su dirección y se despiden con un tierno beso.
Al día siguiente su corazón parece que va a explotar cuando se acerca a la dirección que la chica le señaló. Lleva casi toda la noche sin dormir pensando en ella y llama tímidamente a la puerta. Le recibe una mujer mayor que le pregunta quien es.
El chico pregunta por Laura, el nombre de la chica, y la mujer nerviosa y enfadada le recrimina que allí no hay ninguna Laura y que vaya a hacer bromas pesadas a otro lado.
Desesperado por perder a su amor, el chico insiste y es entonces cuando advierte que junto a la mesita de entrada a la casa hay una foto de Laura. La señala y le dice a la señora que ella es la chica a la que busca.
 
La mujer encolerizada le agarra de una oreja y le lleva a rastras hasta un cementerio cercano. Por el camino los ánimos se van suavizando y la mujer le cuenta entre lágrimas que Laura era su hija menor, había fallecido años atrás. La encontraron muerta camino a casa, al parecer una noche fría cuando volvía de divertirse con las amigas sufrió un ataque de asma del que no pudo sobrevivir.
Al llegar al cementerio y sin mediar palabra el chico señaló una de las tumbas – “Esa es la tumba de Laura” – la mujer le preguntó que como podía saberlo si nunca había estado…
Allí sobre su lápida estaba la chaqueta del chico.

domingo, 20 de julio de 2014

Fotografían una figura espectral en el interior del Costa Concordia

El 13 de enero de 2012 ocurrió uno de los más graves desastres marítimos de la última década. El Costa Concordia se hundió parcialmente después impactar contra las rocas frente a la costa de la isla italiana de Giglio, donde fallecieron 32 personas. Según las autoridades italianas, el máximo culpable fue el capitán del barco, Francesco Schettino, quien está siendo juzgado por cargos de homicidio sin premeditación, de causar un desastre marítimo y abandonar el barco con pasajeros a bordo.
Fotografían una figura espectral en el interior del Costa Concordia
 Ahora, el Costa Concordia ha sido elevado con éxito de los fondos marinos, usando 30 tanques de agua gigantes instalados a ambos lados de sus lados, y así poder ser remolcado hasta el puerto italiano de Génova para que sea desmantelado y enviado al desguace. Esta operación de recuperación se ha convertido en la mayor operación de rescate en la historia marítima.

Ahora conocemos que hubo 3.216 pasajeros y 1.013 miembros de la tripulación a bordo del Costa Concordia, un total de 4.229 almas. Y como hemos comentado anteriormente, 39 perdieron sus vidas en la catástrofe, 39 almas que se quedaron atrapadas en el barco. Aunque teniendo en cuenta las circunstancias, parece increíble que no se perdieran más vidas en la oscuridad de la noche.
Pero al parecer, el barco no ha sido lo único que ha salido a flote. Según ha informado News.com.au, en una de las recientes fotografías publicadas del interior del Costa Concordia aparece una extraña forma oscura. ¿Se trata de una de las 39 almas que perecieron en el barco?

En un espectáculo inquietante, el pasado 13 de julio el crucero italiano siniestrado Costa Concordia fue elevado por encima de su tumba de agua. Por primera vez, el mundo era capaz de ver la verdadera magnitud de los daños al barco de lujo.
Una serie de nuevas fotografías del interior del barco revelaron una escena realmente aterradora de platos rotos, sillas, mesas y colchones esparcidos por todos lados. Pero lo que nadie se esperaba encontrar era una “extraña silueta” en una fotografía acechando en el fondo de uno de los habitáculos.
Según informo news.com.au, un lector fue el descubridor de la aterradora presencia, que podría tratarse del espíritu de uno de los fallecidos en la trágica catástrofe marina. La fotografía original también muestra una única luz que ha permanecido encendida, una silla de colores que ha permanecido relativamente indemne entre los restos de mesas y sillas amontonadas.


figura espectral interior costa concordia Fotografían una figura espectral en el interior del Costa Concordia
Muy posiblemente, mientras llega el momento del desmantelamiento del Costa Concordia, se convertirá en un contenedor de actividad sobrenatural. Muchos expertos en lo paranormal sugieren que en lugares donde ha habido trágicos sucesos, la energía residual de las victimas queda impregnada por todo el lugar. Un ejemplo de esto lo podemos encontrar en el Queen Mary, uno de los más famosos cruceros de todos los tiempos. El barco se ha convertido en un hotel, un museo y una atracción turística popular, que atrae a miles de visitantes cada año. Además de los turistas, el Queen Mary también es el hogar de entidades espirituales. Algunos expertos creen que podría ser considerado como uno de los lugares más embrujados del mundo ya que habría unos 150 espíritus acechando en varias zonas de todo el barco.
Por citar algunos informes de avistamientos fantasmales en el barco, se encuentra el de una bella joven con un elegante vestido de noche blanco que baila sola en un rincón oscuro del salón. Otra misteriosa mujer de blanco también se ha visto cerca de la recepción, que normalmente desparece detrás de un pilar.

costa concordia Fotografían una figura espectral en el interior del Costa Concordia
Otros fenómenos que se han reportado en todo el barco incluyen misterios sonidos de golpes, portazos y gritos aterradores, cambios drásticos de temperatura, y olores recurrentes de otro tiempo.
Está claro que el Costa Concordia no seguirá los mismos pasos que el Queen Mary ya que las autoridades italianas han informado que será desmantelado. Aunque esto no significa nada, ya que la energía residual de las almas que fallecieron en el Costa Concordia puede quedar impregnada en los objetos que queden del barco. ¿Y tú qué piensas? ¿Se trata de una figura espectral, o sólo se trata de un efecto óptico casado por los escombros?





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Hoy en Asesinos en Serie: Enriqueta Martin (La Vampira de Barcelona)

Enriqueta Martí sembró de horror la Barcelona de 1912. Secuestraba, prostituía y asesinaba a niños para extraerles la sangre, las grasas y el tuétano de los huesos y elaborar pócimas que sus clientes consideraban mágicas. El relato de las dos niñas que liberó la Policía, fue recogido por la Prensa de la época con buena dosis de morbo.

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Tras el delicado nombre de Enriqueta Martí se esconde una de las personalidades criminales más feroces de la historia negra de España. Secuestradora, prostituta, alcahueta, falsificadora, corruptora de menores, pederasta, bruja y asesina son algunas de las actividades que ejerció durante su vida esa mujer a la que el pueblo de Barcelona bautizó como "la Vampira del Carrer Ponent".
Y todo empezó de una forma bien simple, con un desmentido oficial que trataba de negar la realidad, algo que ha venido sucediendo siempre a lo largo de la historia. El gobernador civil, nada menos que Portela Valladares, trataba de convencer a todos de que era "completamente falso el rumor que se está extendiendo por Barcelona acerca de la desaparición durante los últimos meses de niños y niñas de corta edad que según las habladurías populacheras habrían sido secuestrados.".
Pero el rumor, ese runrún que se extendía por calles y plazas, mercados y patios de vecinos, era completamente cierto. Eran muchos los niños que a diario desaparecían en las grandes ciudades durante aquellos años y los padres, para amedrentar a sus hijos, para hacerlos más precavidos, les contaban tétricos relatos sobre "el hombre del saco".
Por aquellos días de febrero de 1912, apenas tres años después de la Semana Trágica, la mayor parte de ciudadanos de Barcelona andaban preocupados por la desaparición de una niña de cinco años llamada Teresita Guitart sobre cuyos detalles y circunstancias se estaba extendiendo ampliamente la Prensa.
Había ocurrido a la caída de la tarde del 10 de febrero en la calle de San Vicente. Ya era casi de noche cuando Ana, la madre de Teresita, se había detenido a la puerta de su domicilio a charlar con una vecina y le soltó la mano a la pequeña en la creencia de que subiría sola hasta el piso. Pero no fue así. Cuando el marido vio llegar a su esposa sin Teresita, preguntó extrañado: "¿Y la nena?". La buena mujer lanzó un grito y bajó corriendo a la calle, pero ya era demasiado tarde, no había rastro de la niña.
Lo que había ocurrido era que Teresita, en lugar de subir a su casa, se alejó un poco, curioseando, y de repente sintió que una mano cogía la suya y que una mujer extraña le decía con acento mimoso: "Ven, bonita, ven, que tengo dulces para ti". La pequeña, ilusionada, se dejó llevar un trecho, pero, al ver que se alejaba demasiado de donde estaba su madre, soltó su manita y trató de regresar. Demasiado tarde. La desconocida desplegó un trapo negro con el que cubrió por completo a la niña, la agarró en brazos para ahogar sus sollozos y protestas, y se perdió con su presa en las sombras de la noche.
Y Barcelona vivió más de dos semanas con el corazón en un puño pensando en la suerte que habría podido correr la infeliz Teresita Guitart. Todos los esfuerzos policiales resultaron, como casi siempre, nulos. Sería una vecina fisgona, una chafardera, la que descubriría el paradero de la niña desaparecida.
Se llamaba Claudina Elías, y un buen día se fijó en la carita de una niña que la miraba a través de los sucios cristales de un ventanuco y le pareció que su expresión era implorante. Era la casa de la vecina del entresuelo, en la que vivía con un niño y una niña, pero el deplorable rostro de aquella criatura de cabeza rapada no le resultaba familiar. "Mira que si se tratara de la desaparecida Teresita". Se lo comentó al colchonero que tenía la tienda en la misma calle de Poniente (hoy Joaquín Costa) y éste se lo hizo saber al municipal José Asens, quien se lo comunicó a su jefe, el brigada Ribot.
Y fue éste el que a primera hora de la mañana del 27 de febrero de 1912 llamó a la puerta del entresuelo 1ª del número 29 de la calle de Poniente. Le abrió una mujer que acababa de despertarse.
-Buenos días. Vengo a inspeccionar su domicilio, pues hemos tenido una denuncia de que tiene usted gallinas.
-¿Gallinas? ¿A quién se le ocurre? Eso es mentira.
-Si me permite.
Y el brigada Ribot penetró en el piso descubriendo al fondo del pasillo a dos niñas de corta edad. La dueña de la casa reaccionó y le dijo que sin una orden del juez no podía pasar. Pero era tarde. Ribot se acercó a la pequeña, que tenía la cabeza rapada.-¿Cómo te llamas, guapa?
-Felicidad
-¿No te llamas Teresita?
La niña vaciló y acabó diciendo: "Aquí me llaman Felicidad". Ribot preguntó a la mujer quién era aquella niña y ella respondió que no lo sabía, que se la había encontrado en la Ronda de San Pablo el día anterior y le había dicho que estaba perdida y que tenía hambre y ella se la había llevado a casa. "La otra es mi hija y se llama Angelita", añadió. No había ningún rastro del niño que la vecina decía haber visto en repetidas ocasiones.
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Una vez en la Jefatura de Policía, que entonces estaba en la calle de Sepúlveda y cuyo máximo responsable era José Millán Astray, la secuestradora fue identificada como Enriqueta Martí Ripollés, de 43 años y con antecedentes. por corrupción de menores.
Había sido detenida en 1909 en su domicilio de la calle de Minerva, donde descubrieron que tenía un prostíbulo de menores de ambos sexos y de edades que iban desde los cinco hasta los 16 años. Con ella había sido detenido un cliente joven que resultó ser hijo de familia distinguida. Enriqueta fue procesada, pero la causa se perdió en los archivos gracias a las influencias ejercidas por una persona muy conocida y muy poderosa de la ciudad.
La vida de Enriqueta Martí estuvo siempre muy relacionada con la prostitución. Ella misma comenzó a ejercerla antes de cumplir 20 años, el día en que se dio cuenta de que siendo criada no se llegaba a ninguna parte. Fornicó en los lupanares de más baja estofa de la zona vieja y marinera de la Puerta de Santa Madrona hasta que un día decidió probar fortuna casándose con un pintor incomprendido y fracasado, Juan Pujaló, un pobre tipo que se alimentaba de alpiste, como los pájaros, porque lo había aprendido en un manual de naturismo. Diez años duró la relación, aunque hasta seis veces se separaron en este periodo. La última y definitiva había sido cinco años antes.
Por eso la Policía pudo descubrir que Angelita no era hija de Enriqueta porque así lo declaró el infeliz de Pujaló, que explicó que el fracaso de su matrimonio se debía a que "Enriqueta es muy aficionada a los hombres y acostumbra a frecuentar ciertas casas que a mí no me gustan". Posteriormente, los médicos comprobaron que efectivamente Enriqueta nunca había dado a luz.
¿Quién era, pues, Angelita y dónde estaba el niño que vivía con ella en la calle de Poniente? Enriqueta no fue nada explícita en sus declaraciones y siguió manteniendo que la niña era suya aunque semanas después reconocería que se la había quitado nada más nacer a una cuñada a la que hizo creer que lo había perdido en el parto. En cuanto al niño, explicó que se llamaba Pepito, que tenía cinco años y que se lo habían dejado para que lo cuidara. "Pero como se puso malito lo llevé fuera de Barcelona para que se cure".
Poco a poco, a base de testigos que se presentaban espontáneamente a declarar, pudo irse trazando la personalidad de la secuestradora. A pesar de que no tenía problemas económicos, solía mendigar y acudía, vestida como una pordiosera y acompañada casi siempre de un niño o una niña, a centros de acogida, conventos, parroquias y asilos pidiendo limosna y comida.
Ésta era su ocupación por las mañanas, pero a media tarde salía de su casa elegantemente vestida con sedas y terciopelos y tocada la cabeza con pelucas y sombreros. ¿Qué lugares frecuentaba? ¿A quién visitaba?
Las declaraciones de las dos niñas, fundamentalmente la de Angelita, vinieron a demostrar que Enriqueta Martí era mucho más que una alcahueta secuestradora y corruptora de niños. Teresita contó al juez que aquella mujer, nada más llegar al piso, le dijo: "¿Verdad que sientes picor en la cabeza? Anda, hija mía, déjate cortar el pelito y te pondrás buena".
La niña se dejó hacer mientras la mujer le decía que a partir de ahora se iba a llamar Felicidad y que ya no tenía padres y que ella era su madre y que tenía que llamarla "mamá" cuando salieran a la calle. Pero nunca salió a la calle ni le estaba permitido asomarse al balcón o a las ventanas. Le daba mal de comer -patatas y pan duro-; no le pegaba, pero solía darle fuertes pellizcos.
Su única distracción era jugar con Angelita, porque ella no llegó nunca a ver a Pepito en la casa. A veces se quedaban las dos solas y era cuando tenían más miedo y todos los ruidos las asustaban. Pero un día Angelita le dijo: "Vamos a ver qué tiene mamá en los sitios donde no nos deja entrar". Y entrelazando sus manitas penetraron casi a oscuras en las habitaciones prohibidas. Teresita tropezó con algo que resultó ser un saco. Lo abrieron y, al descubrir su contenido, lanzaron un grito de horror: había un cuchillo grande y unas ropas de niño manchadas de sangre.
La declaración de Angelita fue aún más sobrecogedora. Ella sí conoció a Pepito, un niño rubio de su misma edad con el que solía jugar hasta que un día. "Mamá no se dio cuenta de que yo la vi cómo cogía a Pepito, lo ponía sobre la mesa del comedor y lo mataba con un cuchillo. Yo me fui a mi cama y me hice la dormida".
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Tanto impresionaron al pueblo de Barcelona las declaraciones de las dos pequeñas que se abrieron suscripciones populares para abrirles una libreta de la Caja de Ahorros y hasta fueron presentadas en público. En el teatro Tívoli, por ejemplo, se celebró una función en su honor y en los carteles se decía: "Teresita y Angelita asistirán a la representación desde un palco".
Pero lo más tremendo todavía estaba por llegar. Fue a raíz del registro que se produjo en el entresuelo de la calle de Poniente. Los del juzgado se quedaron atónitos cuando entre aquellas habitaciones sórdidas y malolientes descubrieron un suntuoso salón amueblado con gusto exquisito. El mobiliario, las lámparas, el cortinaje, las butacas y los sofás debían de haber costado una fortuna.
En un armario colgaban dos trajecitos de niño y otros dos de niña; había medias de seda y zapatitos a juego con los trajes. Y también fueron encontrados las pelucas rizadas y los finos trajes de confección que Enriqueta vestía en sus misteriosas salidas.
Un paquete de cartas llamó la atención de los funcionarios. La mayoría estaban escritas en lenguaje cifrado, y abundaban en ellas las contraseñas y las firmas con iniciales. Apareció también una lista, una relación de nombres, que daría mucho que hablar a la opinión pública.
En la cocina encontraron el saco del que habían hablado las dos niñas y, efectivamente, contenía un trajecito de niño y un cuchillo ensangrentados. En otra habitación descubrieron un saco de lona, aparentemente lleno de ropa sucia y vieja, pero en cuyo fondo había huesos de reducido tamaño que posteriormente se confirmaría que eran de criaturas infantiles.
Hasta 30 se contaron entre costillas, clavículas, rótulas. Todos ellos presentaban la particularidad de que tenían señales de haber sido expuestos al fuego, lo que, según los médicos, excluía que pudieran servir para estudios anatómicos y hacía suponer que más bien los pobres niños habían sido sacrificados para extraer grasa de sus cuerpecitos. Esta afirmación era en respuesta a la explicación que días más tarde daría Enriqueta justificando que tenía recogidos aquellos huesos para estudios de anatomía.
Tras un armario descubrieron la cabellera rubia de una niña de unos tres años, y la macabra expedición concluyó en una habitación cuya cerradura tuvieron que forzar y en la que aparecieron medio centenar de frascos, rellenos, unos, de sangre coagulada; otros, de grasas, y el resto, con sustancias que fueron enviadas a un laboratorio para su análisis.
Junto a las pócimas había un libro antiquísimo con tapas de pergamino que contenía fórmulas extrañas y misteriosas. Y también un cuaderno grande lleno de recetas de curandero para toda clase de enfermedades, escritas a mano, en catalán y con letra refinada.
A partir de aquel descubrimiento no se hablaba de otra cosa en la ciudad más que de Enriqueta Martí, y los principales periódicos nacionales, que por entonces se componían de unas 16 páginas, le dedicaban a diario un par de ellas para contar, como si fuera un folletín, las novedades del caso bajo titulares como: "Los misterios de Barcelona".
Entre los testimonios de personas que trataron a Enriqueta o sufrieron sus actividades se contaban historias tan dramáticas como la de una mujer de Alcañiz que acababa de llegar a Barcelona a buscar trabajo con un bebé en brazos. La buena mujer se sintió desfallecer y se sentó en el umbral de una casa. Una desconocida, de tono amable, se le acercó; era Enriqueta. -¡Qué nena tan bonita!, ¿quiere que le dé un rato el pecho?
-A mi hija nadie le da el pecho más que yo -respondió la baturra.
-Pues a mí me gustaría dárselo. Me parece que lo que usted tiene es hambre. Vamos a esa lechería, que le pago un vaso de leche. ¡Pobre mujer! Traiga, que ya le llevaré yo a la niña.
Y la mujer, que estaba desfallecida de hambre, siguió a la desconocida y entró con ella en la lechería. Enriqueta pidió un vaso de leche y exclamó de repente:
-Pero le sentará mejor con pan. Espere, que ahora mismo lo traigo.
Salió con el bebé en brazos y nunca regresó. Seis años tuvieron que pasar hasta que la desgraciada mujer de Alcañiz volviera a ver frente a ella, para identificarla, a la que le había robado a su hijo y sabe Dios lo que habría hecho con él.
Ante las abrumadoras pruebas, Enriqueta acabó reconociendo que era curandera y que vendía filtros y ungüentos. "Confecciono remedios utilizando determinadas partes del cuerpo humano". Y, de forma repentina, vociferó: "¡Que registren el piso! ¡Que piquen bien las paredes y encontrarán algo! Como sé que me subirán al patíbulo, quiero que conmigo suban los demás culpables".
No tan sólo el piso de la calle de Poniente fue registrado a fondo, sino también los otros domicilios que Enriqueta había tenido durante los diez últimos años. Y el resultado fue aterrador: en un piso de la calle de Picalqués fue descubierto un falso tabique que ocultaba un hueco en el que aparecieron más huesos, entre ellos varios de manos de niño. Dice la crónica que "con los huesos fue encontrado un calcetín de niño que debió de pertenecer a un hijo de familia muy humilde, porque está zurcido y añadido desde su mitad con hilo de otro color".
En un piso de la calle de Tallers, en un escondrijo, hallaron huesos y dos cabelleras rubias de niñas de corta edad. En una torre de Sant Feliu de Llobregat aparecieron libros de recetas y nuevos frascos con sustancias desconocidas. Y finalmente, en el patio de una casa de la calle de los Jocs Florals de Sants descubrieron el cráneo de un niño de unos tres años, que todavía presentaba adheridos a la piel algunos cabellos y una serie de huesos que los forenses reconocieron como pertenecientes a tres niños de tres, seis y ocho años.
Diez fueron las criaturas identificadas como víctimas de Enriqueta que se incluyeron en el sumario. Los periódicos escribieron frases como: "Esos huesos hablan de crímenes bárbaros, y esos emplastos y esas curas, de supercherías medievales". Y Millán Astray, jefe superior de policía, definió a la Martí como "una neurótica que se creía curandera, un caso de bruja antigua que hubiera sido quemada en Zocodover".
No cabe duda de que la Martí utilizaba a los niños que secuestraba en una explotación doble: como objetos de placer para sus degenerados clientes y como materia prima para elaborar sus potingues. Llegó a especularse, y así lo recogen el escritor Núñez de Prado y el abogado leonés Jesús Callejo, que el origen de las actividades como hechicera de Enriqueta podría estar en que "en una de esas orgías pederásticas, uno de los niños perdió la vida y a partir de aquel momento decidió extraerles la sangre y no desperdiciar ni siquiera el tuétano y los huesos de sus víctimas".
En aquella época, la tuberculosis hacía estragos, y estaba muy extendida la creencia de que el mejor remedio para detenerla era beber sangre humana y aplicarse sobre el pecho cataplasmas de grasas infantiles. Tan sólo dos años antes, un suceso había alarmado a España entera: el crimen de Gádor, en el que un curandero, Francisco Leona, había sacrificado a un niño de siete años, Bernardo González, para que el rico propietario Francisco Ortega curara la tisis que padecía bebiendo la sangre de la criatura y aplicándose sus "mantecas" sobre el pecho.
A nadie escapaba que tras los aberrantes crímenes de Enriqueta Martí tenía que haber personas con suficientes recursos económicos para satisfacer sus pervertidas necesidades. Y es en ese punto donde aparece la famosa lista de nombres hallada en el tugurio de la calle de Poniente, una lista de la que todo el mundo hablaba pero nadie conocía, una relación de nombres y domicilios en la que, se rumoreaba, figuraban médicos, abogados, comerciantes, algún escritor, políticos y otras personalidades.
La indignación y la furia comenzaron a apoderarse del pueblo de Barcelona, y la Prensa más conservadora corrió a calmar los ánimos para evitar males mayores. Así, Abc llegó a decir que "los nombres y domicilios contenidos en esta lista son de gentes conocidas por su amor a la caridad, gentes que fueron víctimas de las socaliñas (que significa 'engaños') de la hechicera, que las conocía por haber acudido a sus casas a pedir limosna".
Pero cuando saltó la noticia de que Enriqueta había intentado cortarse las venas con una cuchara de madera en su celda de la prisión de Reina Amalia, la irritación popular se convirtió en cólera y las autoridades temieron que si fallecía estallara un motín, pues los hechos de la Semana Trágica de 1909 estaban cercanos.
Para evitar el suicidio de Enriqueta se tomaron todo tipo de precauciones. "La cama de la Martí está colocada frente por frente a las de sus tres compañeras de reclusión para que éstas no la pierdan de vista, cualquiera que sea la posición que aquélla adopte para dormir, y tienen orden de destaparle la cara si ven que se cubre la cabeza con las ropas de la cama para evitar que con sus dientes se seccione una vena de la muñeca".
Sin embargo, el interés por el tema comenzó a decaer al no producirse nuevos descubrimientos macabros y entrar toda la investigación en una fase rutinaria y farragosa. El periodista Luis Antón del Olmet concluía así la larga y espléndida serie de reportajes que dedicó al caso: "Estamos ante una de las criminales más tremendas y crueles de las que se tienen noticia. Movida por un fanatismo vesánico, ha ido matando niños durante diez años para sacarles las grasas y fabricar ungüentos. Es un caso inaudito, monstruoso, del que se hablará muchos años con estupor. Enriqueta Martí ha de tener leyenda, pero ¿será cosa de seguir glosando indefinidamente este suceso?".
Y para rematar la pérdida de interés por el tema, a mediados de abril, un transatlántico se hundió tras chocar con un iceberg. Se llamaba Titanic y las noticias sobre aquel desastre apartaron definitivamente de las rotativas a la Vampira del Carrer Ponent.
Meses después se supo que Enriqueta Martí había fallecido en el patio de la cárcel linchada por sus compañeras presas. Se especuló que antes de ser golpeada ya estaba muerta, envenenada por encargo de alguien interesado en su desaparición. Nada se pudo probar. Lo único cierto es que nunca llegó a celebrarse el juicio, que aquellas personas que figuraban en la lista, "tan amantes de la caridad", se acostaron aquel día más tranquilas y que Enriqueta Martí Ripollés se convirtió en leyenda.