Durante cientos de años la ciudad fue el hogar de “brujas y brujos” que utilizaban las cuevas naturales de su entorno como punto de encuentro para rituales mágicos. Cuando digo de brujas y brujos, quiero decir que se trataba de personas que tenían creencias esotéricas y practicaban la medicina natural. Las cuevas enormes, la más grande de 12 metros de alto y 120 metros de ancho en su parte más ancha, se empleaban en rituales, pero también se utilizaba como una especie de centro comunitario donde los aldeanos se reunían para las celebraciones y eventos. Por encima de todo, es importante recordar que el pueblo de Zugarramurdi, no adoraban al diablo, o la realización de ceremonias satánicas en las cuevas.
El Museo de las brujas se inauguró en 2007 y se explica cómo la Inquisición acabó en Zugarramurdi, lo que la Inquisición era en realidad, el perfil de los inquisidores Juan del Valle Alvarado y Alonso de Becerra, la verdadera naturaleza de la brujería y los recursos naturales, el antiguo sistema de creencias matriarcal en la historia vasca, y un vistazo a una cocina antigua, como los utilizados por las “brujas”, curanderos y comadronas en Zugarramurdi en el siglo XVII.
Un lugar mágico y precioso que oculta una realidad oscura y sangrienta.
Sin duda es uno de los mejores lugares de peregrinación esotérica del norte de España.
Sin duda es uno de los mejores lugares de peregrinación esotérica del norte de España.
Las Cuevas de Zugarramurdi, joooo cuantas ganas tengo de ir a conocerlas, tendremos que preparar una escapadita....
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